domingo, 21 de octubre de 2012

Método délfico para dejar el tabáquico

"Nada en exceso" y "Conócete a ti mismo" eran las máximas délficas. Son una manera segura de no equivocarse en los avatares de la vida.

Sería estupendo fumar con moderación, pero, si uno se conoce a sí mismo y sabe que no puede fumar con moderación, hay que pasarse al exceso y decir: "Nada de tabaco".

La gran pregunta, pues, es: ¿sería posible que una persona como el menda, dada a los excesos y a las adicciones, sepa vivir moderadamente su adicción al tabaco?¿Sería posible que, cuando esté agobiado de trabajo o esté escribiendo o riendo animado con sus amigos poetas y una cerveza en la mano, no encienda un pitillo tras otro, sino que se limite a los cuatro o seis que se ha puesto como límite?

Para atinar a responder bien a esa gran pregunta sobre la moderación, tendría que tener un conocimiento tal sobre mí mismo, que me permitiera ahora mismo establecer si mi forma de ser será capaz de fumar con moderación me pase lo que me pase y haga lo que haga.

Hay personas que fuman con moderación, pero la pregunta es más bien si yo seré capaz de lo mismo sin un excesivo esfuerzo de mi voluntad, porque, si, para fumar con moderación, tengo que ser excesivamente voluntarioso, no hay ya moderación, sino exceso.

Y esto me lleva a otra pregunta: ¿no ocurrirá más bien que hay cosas que no se pueden hacer con moderación? Por ejemplo, ¿cómo podría escribir con moderación un poema torrencial o  una novela de aventuras? ¿Cómo podría yo, con moderación, enamorar a alguien, subir al Everest, querer a un amigo, salvar de un dragón a una doncella o pasar con ella una loca noche de amor?

Son demasiadas preguntas y se me están cayendo con ellas los pocos pelos que me quedan en el cráneo.

Esta noche, en sueños, iré a Delfos, colocaré a la Pitonisa con el abrótano macho que me recomendó Eresmicruz y le haré todas esas preguntas. Y ya os contaré.

4 comentarios:

lolo dijo...

¿Son incompatibles la moderación y el exceso? Hay que ser excesivo para moderarse.

Uno mismo puede engañarse hasta el punto de manipularse a si mismo: "he fumado solo cinco". Así de fuerte es el hábito tabáquico y así de débil uno mismo.

Este método me convence. Al menos para seguir pensando mientras fumo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Lolo, quizá me haya equivocado presentando como incompatibles la moderación y el exceso. Quizá la moderación consista en saber cuándo tenemos que ser excesivos. Mientras tanto, seguiremos pensando.

Paco dijo...

Jesús, lo malo de este método es que cuando te acerques al Oráculo te darás cuenta que la Pitonisa sale con 3 ó 4 porros (por lo menos) entre pecho y espalda.

Y claro, así....

Jesús Cotta Lobato dijo...

Paco, aun así sus palabras surtirán sobre mí un efecto oracular, sobre todo si me invita. Un abrazo grande.