sábado, 30 de enero de 2016

Carta a Eloy Sánchez Rosillo

Querido Eloy:

 Me leí estas navidades tu hermoso libro de poemas Quién lo diría porque me lo recomendó vivamente José Julio Cabanillas y quería felicitarte. Aunque solo te conozco de leerte, con pocos poetas siento tanta comunión espiritual como contigo, porque a mí el impulso poético también me lleva a agradecer, a maravillarme y a cantar y celebrar. Tú lo haces con una sencillez abrumadora, como si lo maravillosas que son las cosas te lo estuviese diciendo al oído. Se respira en tus poemas el aire de los primeros días, cuando el mundo, como en Homero, era humano y las estrellas y la luna, la luz, el río, el aire tenían tentaciones, intenciones, antojos, gestos, detalles, y todo eso dicho con una voz celebradora al amor de la lumbre y de las estrellas y con una puerta abierta al mundo místico de lo invisible, aunque la voz del poeta no se atreve a atravesarla del todo, quizá porque es demasiado intensa la luz. En ti poeta y profeta es lo mismo: poeta porque encuentras la belleza escondida y profeta porque la revelas como una gran verdad.

Gracias por revelaciones como esta.

Símbolos
Que una luz tan terrible y poderosa,
tan toda en llamas sin contradicciones
como la de esta tarde de agosto, al fin dé muestras
de fatiga y desánimo, es algo que nos dice
de una manera misteriosa y tácita,
y a través de unos símbolos hermosos,
que hay piedad en el mundo, compasión,
que nada es para siempre, para siempre,
y que al cabo la noche llegará a socorrernos
con la indulgencia de sus paños húmedos.

2 comentarios:

Dyhego dijo...

¡Mira que no he leído yo nada de mi paisano!
25 neutonios olvidadizos, don Epifanio.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Se lo recomiendo. REciba mis poéticos neutonios.