sábado, 10 de enero de 2009

Un microrrelato en Sólo la mar


Os remito a la siguiente entrada de Octavio:


Se trata de un microrrelato que ha compuesto a raíz de mi entrada de hace dos días acerca del mito de Hero y Leandro. Me gusta porque el anhelo de amor y belleza es en ese Leandro de Octavio más grande que el miedo a la muerte. Cuando un héroe no puede alcanzar su trofeo, lo más digno es morir y que lo vean las estrellas. Es un sentimiento viril y noble. Me gustan las personas que valoran el amor o la belleza más que su vida. Me identifico con en ese microrrelato fino y vigoroso.


No es la primera vez que, desde que bitacoreo, mis lectores y yo acabamos escribiendo obritas conjuntas, cada uno con su estilo y del modo más imprevisto. Ventajas de Internet.


Para colmo, el microrrelato me lo dedica a mí.

Gracias.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias a ti, Jesús, por esta entrada. Cierto todo lo que dices: internet tiene estas ventajas. Y las sorpresas que aún nos deparará. Un abrazo.

Juan Antonio González Romano dijo...

Qué buen momento bloguero nos habéis deparado... Gracias