qué nombre más raro para una cosa que no existe
en la historia de la filosofía los nombres más complicados
se los llevan las cosas que no existen
las cosas que no existen
tienen una rara predilección por el alemán para no existir
prefieren no existir en alemán
lo cual es una forma de inexistencia mucho más perfecta
que dedicarse a no existir en sánscrito
o en inglés por ejemplo qué vulgaridad
o en latín por ejemplo donde todo existe.
(De Historia de la Filosofía, 1983, de José Miguel Ibáñez Langlois)
4 comentarios:
Don Epifanio:
toda una ingeniería lingüística: una palabra tan larga para no decir nada. Como el discurso de los políticos, como las peroratas de esa gente que te repite lo mismo cien veces y aún te pregunta "¿me entiendes?".
Ay, Señor, Señor.
25 neutonios completos.
Don Diego, Amando de MIguel que en paz descanse, llamaba politiqués a ese lenguaje. Por ejemplo, en vez de "reestructuralización de la plantilla" es despido. O tempora, o mores! 25 neutonios en latín
Veo que sueles tender a quitarle importancia a casi todo. ¿Sabes cómo se llama esa tendencia en español? Agárrate que vienen curvas: floquinauxinihilpilificación.
Pepe, pero qué palabro tan magnífico. Reconozco que a veces soy un poco floquinauxinihilplificador. Si el alemán pretendía impresionarnos, el español no se queda corto
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