Un lúcido compañero de trabajo me ha hecho ver que escribo poesía porque no me queda más remedio.
Escribir poesía no es una opción o una afición. Es una llamada poderosa. Tampoco es un sacerdocio. Es una locura que me cura de otras locuras y desesperaciones. Mato muchos demonios con la poesía. O escribo o muero.
Un texto que nadie lee son hormigas muertas, que decía Wittgenstein, porque uno escribe para no morir, para vivir en lo que escribe. De los pocos suicidios que entiendo es el de John Kennedy Toole, que no pudo ver publicada su magnífica La conjura de los necios.
Si de repente yo callara, sería porque o bien he encontrado algo tan grande que no hay mejor manera de expresarlo que el silencio, o bien porque he muerto por dentro.
El silencio de los poetas siempre me ha intrigado o me ha conmovido.
¿Por qué de repente un poeta calla y deja de escribir? O ha encontrado a Dios o ha desesperado.
31 comentarios:
Gran libro el del Sr. Toole, aunque un poco irregular. Me partí la caja leyéndolo. Lástima que se suicidara, tenía talento.
saludos
" La poesía es una llamarada" .
Los versos son escrito en color de nácar y quedan impreso a fuego en el corazón . Los poetas se transforman en templo de mi admiración devota , fiel y constante , la poesía calma mis sentidos y otras veces la piel arde , el poeta nos transmite pasión sin límite desatada y hace que el amor intenso se viva un momento ,un instante eterno .
También me conmueve el silencio del poeta , una pretensión insastifecha del alma , instantes acumulados que recorren la noche ... hasta el alba , es la luz que el mundo de los sentidos reclama .
Rosna
Porque ya ha dicho todo lo que tenía que decir...
Llega un momento en que el mejor libro de poesía es aquel cuyas páginas en blanco cantan el Todo.
Bravo, Jesús.
Bravo, Jesús, yo también, con el permiso de Juan Antonio.
Siempre he dicho que se escribe poesía, porque no hay más remedio, me alegra tu post.
Un abrazo.
Siempre hay alguien que lee tus textos: el mismo que los escribe.
Aunque suene a pobre consuelo, se debe escribir para uno mismo.
Saludos.
Sí, Jaimito, despreció sus talentos matándose. Pero murió como los grandes: con una gran obra y en plena juventud.
Ese es el poder de la poesía, Rosna: capaz de elevarte a las alturas o de hacerte caer en manos de un amante con pico de oro. ¡Ay los poetas, qué excelsos y qué cucos!
Suso, lástima que no haya palabras para el Todo. Sería tan bonito que aquí en la Tierra pudiéramos degustarlo, como en el Edén...
Juan Antonio y Javier, me alegro de coincidir con vosotros. Eso es señal de que no se me ha ido la chaveta.
Sombras chinescas, tienes razón, pero igual que llega un momento en que a uno no le basta su cuerpo para sentir placer, sino que necesitamos otro cuerpo, a veces llega un momento en la vida del poeta que necesita fecundar a otros con su poesía.
Los verbos de los poetas
Para buscar mira
Para sentir piensa
para curar canta
Para hablar, es necesario haber estado antes en silencio.
un abrazo amigo poeta
Gerardo
Amigo poeta, ¿es tuya esta fórmula del poeta? Me encanta. Sobre todo, para curar canta. Me gustaría pertenecer a ese grupo de poetas sanadores. UN abrazo.
Como decía un poeta, no hay palabra más hermosa que el silencio, fuente inagotable de expresión lírica.
Yo creo que escribimos para liberar el daimon interior, o algo así.
Saludos, Jesús. Excelente entrada.
O, a lo mejor, no escribimos para nada...
Esa explicación, Julio, es de las más hermosas que he oído. Es como si tuviéramos una fuerza divina dentro y misteriosa que sólo con la belleza sabe expresarse. Deberías desarrollar esa teoría. Un abrazo
Escribir, vivir, respirar, amar. Poca diferencia entre estos verbos para un poeta. Vivir para escribir, escribir para vivir.
Que no se callen, Jesús. Los poetas, los locos y los niños son los únicos que en muchas ocasiones deberían hablar. Un beso muy fuerte para todos.
Preferiría no hacerlo...
Curiosamente (volvemos a coincidir), hace poco reflexionaba sobre el silencio de los poetas en esta entrada. Poetas como Benjamin o Kraus reivindicaron el silencio como único refugio de la poesía en la Viena del inicio de la Gran Guerra. Cuando leí ese ensayo me impactó, sobre todo la postura de Kraus, radical.
Querido Octavio, es curioso que escribir sea tan necesario al poeta como amar o respirar, pero la has clavado.
Querida Mirna: qué orgullo que me incluyas entre los niños y los locos. A ver si consigo no callar.
Querido Bartleby, no había caído en la cuenta de que de esto tú sabes más que nadie.
José Miguel, gran padre, visitaré esa entrada. Me alegro de que coincidamos en los temas más que en los tratamientos, señal de que somos inteligentes pero distintos.
Nunca me entusiasmaron los malditos franceses, aunque reconozco que alguno de sus poemas son brillantes e inspiradores.
Lo que sí me llamó poderosamente la atención (¿por qué las llamadas a la atención son siempre poderosas?) fue que Rimbaud dejase de escribir y se dedicase a vender armas de contrabando. A lo mejor pensaba como Celaya y quiso ir más lejos: la poesía es un arma cargada de futuro.
Preciosa entrada, Jesús.
Si me lo permites, hay otros silencios obligados en los que se sufre por no poder "decir". Son etapas (me sabe mal decirlo...) que sufrimos más nosotras. Porque no encontramos espacio y tiempo de silencio. Son épocas de crianza de hijos, con las ojeras moradas de no dormir ... compaginando niños trabajo (clases en mi caso) casa y lo que te caiga... que nunca sabes.
La cabeza y el corazón bullen y las palabras pasean mareadas y no tienes ni tiempo de emborronar siquiera un pedazo de papel. No pasa nada... pero luego cuesta retomar. Y acabas escribiendo para ti... para "ver volver"
Un saludo.
Reyvindiko, yo habría preferido que Rimbaud usase la poesía como arma. Si al menos hubiese usado esas armas como poesía...
Sunsi, esos silencios impuestos por las circunstancias de las que hablas seguro que se convierten en una fuente de la que está brotando la poesía. Recibe tú también mi saludo.
Preciosa entrada. La necesidad de escribir es como el apetito voraz, que no desaparece hasta que cogemos la pluma o aporreamos el teclado.
Enhorabuena por expresarlo tan bien.
Preciosa entrada. La necesidad de escribir es como el apetito voraz, que no desaparece hasta que cogemos la pluma o aporreamos el teclado.
Enhorabuena por expresarlo tan bien.
Yo creo que tenéis la necesidad de escribir para mi, para todos los mis, que tenemos ganas de leer, de seguir aprendiendo, de sonreir de sentirnos emocionados al cerrar satisfechos las tapas de un libro. Así que no se os ocurra descansar todos a un tiempo
Ángeles
LFU, el apetito voraz es tan intenso como las ganas de escribir, pero yo comparo las ganas de escribir con la necesidad, más bien, de derramarse. Pero sólo he caído en la cuenta cuando te he leído. Un abrazo y bienvenido.
Ángeles, no te preocupes, hay exceso de escritores. NO descansarán todos a un tiempo. Lo que hacen falta son lectores buenos y críticos como tú. Un beso.
Buenas tardes, acabo de llegar a tu blog rebotado de otro blog, en el justo momento en el que me iba a desconectar de la red. Me parecen que tus pensamientos en este tema emanan desde el centro mismo de su sentido, por ello creo que tus palabras apuntan hacia espacios sobre los que mucho habría que pensar. Empezaré a leer tu blog y si quieres, estás invitado al mío, en el que ya tengo algunas entradas que enlazan directamente con estos pensamientos. Un saludo.
Rubén, sé bienvenido y será un placer pasar por tu casa. Ex corde, Jesús Cotta
amigo Jesús, perdona pero este fin de semana he vuelto Granada y me desconecto de internet y de todo,y si te confirmo que la formula la improvisé el otro día mientras te leía. Un abrazo.
Gerardo
Pues yo te confirmo, Gerardo, que estabas inspirado. Pásatelo bien.
Tienes razón. Cuando terminas de escribir sientes algo que debe asemejarse al alivio de la parturienta.
Sí, LFU, creo que esa imagen es más acertada que la del hambre voraz. AL menos yo también lo siento así. Un abrazo
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