sábado, 11 de abril de 2009

La ladrona

Yo ayudaba en el supermercado de mi padre colocando género, poniendo precios y ordenando cascos de botella, cuando aún se reutilizaban. Mi padre me tenía muy encargado que, mientras realizaba esa labor, vigilara por si alguien robaba. Tendría yo unos doce años cuando un día vi a una chica metiéndose una lata de atún en el pantalón vaquero, pegadita a sus partes. Corrí nerviosito perdido a contárselo a mi padre y la chica tuvo que devolver la lata de atún, que era grande y redonda como ella.
Un día de lluvia, llevaba yo un pedido a una clienta, con el paraguas agarrado al cuello porque tenía las manos ocupadas. Y me vio la ladrona y me dijo de todo menos bonito y creo recordar, aunque esto no sé si lo añade mi imaginación, que me tiró el paraguas al suelo.
Ese día aprendí mucho de la condición humana.

5 comentarios:

Javier Sánchez Menéndez dijo...

La ladrona aprovechó el momento de tu "ocupación".

Po una lata de atún apendistes la condición humana. Tú sólo obedecías órdenes.

Un fuerte abrazo, Jesús.

Pd. Me ha recordado la escena a una chirigota del Falla, de este año. La chirigota del Sheriff y de Lulu.

Un abrazo.

Rosna dijo...

La condición humana , es una interminable caja de sorpresas . Alguién dijo : Yo soy yo y mis circunstancias ....
También me viene el recuerdo de una película de Masaki Kobayashi ," Condición humana" .
Feliz fin de semana para tod@s .
Rosna

Mery dijo...

Imaginarte corriendo nerviosito perdido me enternece profundamente.
La candidez de la adolescencia en sus primeros contactos con la picaresca de la madurez...la vida misma.

Un abrazo y buenas noches

Mirna dijo...

Posiblemente cuando os cruzasteis por segunda vez ella tuvo su momento de gloria. A lo mejor gracias a que la pillaste una vez robando no se ha convertido en una ladrona de por vida, aunque lo dudo. También está en la condición humana pensar mal y acertar.
Un beso.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Buscaré, Javier, la chirigota.
Rosna, el ser humano es una caja de sorpresas. Me pregunto si ella recordará la anécdota y cómo la recordará.
Mery, la adolescencia. Qué edad tan pura.
Mirna, no se me había ocurrido darle ese sesgo a la anécdota. Ojalá sea como dices.