sábado, 23 de agosto de 2008

Menos método y más empeño

Debo a mi amigo Felipe una máxima optimista, un hallazgo feliz, una condensación de inteligencia que quiero dar a conocer a todo el mundo.
“Es difícil encontrar un método que no sea bueno”.
Por muy enredoso que sea el profe explicando, por muy complicado que sea el camino que uno escoge para llegar a la cumbre, por muy arriesgadas que sean tus dotes de seducción, al final entendiste al profe, llegaste a la cumbre y ligaste, porque lo importante no es el método sino el potencial de esfuerzo y energía que hay en ti y que te hace coronar cumbres, comprender lecciones enredosas y ligar como un don Juan por muy desastroso que en teoría sea tu método.
En Madame Bovary sale un cojo que se las había ingeniado para correr a pesar de su cojera. En él la cojera casi era una ventaja y corría como una exhalación, pero un médico se empeñó en que había que operarlo. Lo operaron y el cojo ya no pudo correr más.
Cada poeta, incluso cada poema, requiere un camino distinto y a ese camino lo llamamos método sólo cuando ha dado resultado, pero sería absurdo pensar que hay un método perfecto para ser poeta.

No hay comentarios: