viernes, 12 de diciembre de 2008

Una frase de Tocqueville

Me encanta esta frase de Alexis de Tocqueville:

Los partidarios de la libertad siempre tienen razón.

Esto implica que si el presi, por razones de salud, quiere prohibir el tabaco o el alpinismo, o por laicismo, las procesiones religiosas, sencillamente se equivoca. El partidario de la libertad no obliga a nadie a fumar, a hacer alpinismo o a vestirse de nazareno, pero tampoco prohíbe que quien quiera lo haga.
Lo malo de esta máxima es que me lleva racionalmente a legalizar todo tipo de drogas. Lo veo lógico y sensato, pero me asusta. Y no sé qué argumento utilizar para abrazar esa máxima de Tocqueville sin verme obligado a legalizar la heroína.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que la heroina ya fue legal antes de la primera guerra mundial y la fabricaba Bayern, aunque por poco tiempo por su baja utilidad terapeútica. La investigación con opiáceos fue derivando hacia las formas actuales, como la morfina. Como todas las drogas, nada demuestra que ilegalizarla dificulte o disminuya su consumo, simplemente, la consume otro tipod e gente. Lo único que está claro es que un producto con un coste de producción bajísimo puede obtener márgenes astronómicos, caldo de cultivo ideal para el crimen organizado. Por eso en Estados Unidos hubo ley seca y la abolieron, era peor el remedio que la enfermedad. Ahora que los que estaban forrándose consiguieron que poco después, qué casualidad, se ilegalizaran determinadas drogas. Porque las anfetaminas, los hipnóticos y demás siguen siendo legales y yo no veo que sean un azote para la sociedad, lo que veo es que nadie muere sin querer por su ingesta porque las dosis y la posología están garantizadas, lo que no puede suceder con ningún producto ilegal. Teniendo toda la información del producto, cada uno que decida. La cirrosis es la segunda causa de muerte en mujeres de 45 a 60 años en España. No te puedo dar el dato exacto, pero son más muertes que por la heroína. ¿Sería mejor volver a la ley seca? Yo no lo creo, aunque los estados ya quisieran. Así tendrían excusa para incrementar su plantilla y reclamar más impuestos para combatir el alcohol y por tanto, su poder. El 80 por ciento del presupuesto policial se dedica a la lucha contra la droga. En mi opinión, convencernos de la conveniencia de ilegalizar hábitos que siempre han acompañado al ser humano es una de las formas más burdas que tienen los estados de incrementar su poder reclamando recursos sin fin para una prohibición que nunca se podrá hacer cumplir, ni medianamente, porque es poner vallas al campo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

La verdad es que me ha convencido usted con su tesis de que legalizando la droga habría más ventajas que inconvenientes. Hay que asumir los riesgos de la libertad. Además no se me había ocurrido pensar eso de que ya hay drogas legales y nadie se escandaliza. Un abrazo

Lopera in the nest dijo...

Mencionar a Tocqueville es duro, muy duro. Es lo mismo que ocurre con tantos otros, John Stuart Mill, Isaiah Berlin, etc. Gente que ha escrito, mucho y bien sobre la Libertad. Pero yendo al grano. Los límites de la Libertad no son fáciles de establecer, bueno esos límites se suelen llamar leyes y normas. ¿Se debe limitar la velocidad en las calles, carreteras y autopistas a los conductores?. La respuesta evidente, al menos para mí, es sí, por lo tanto se hace una Ley que limite la velocidad. ¿Se debe prohibir fumar?, la respuesta evidente es sí en ciertas circunstancias, por ejemplo un hospital. Por lo tanto ahí va otra ley o norma.
Por otro lado la democracia es el mejor, no el menos malo, de los sistemas que permiten establecer las normas y leyes de la convivencia, por una razón muy sencilla, porque garantiza la libertad de expresión. Hoy Alfonso Lazo reflexiona de forma muy brillante en El Mundo sobre este tema. Conclusión, mantengamos muy alto el ideal de la libertad de expresión y discutamos sobre las normas y leyes que queremos darnos.

Jesús Cotta Lobato dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jesús Cotta Lobato dijo...

El límite a la libertad sí está claro: son los derechos humanos y la dignidad humna. Por ejemplo, debemos prohibir que los cadáveres humanos sirvan de comida a los perros o que la gente venda sus órganos o que venda voluntariamente sus derechos para ganar dinero. Pero es cierto que a veces resulta difícil saber si una conducta libre vulnera o no los derechos humanos: tener armas o correr mucho con el coche o poder vivir donde uno quiera son tres ejemplos. Un abrazo

Anónimo dijo...

Amigo Jesús:

Como decía Lenin, ¿libertad para qué?

Un abrazo.

Josex Luis (S d C)

Jesús Cotta Lobato dijo...

Querido Josex Luis: ¡menos mal que Lenin no nos hizo a los dos esa pregunta! Nos habría mandado a Siberia a pensar allí para qué queremos la libertad. Un abrazo