viernes, 20 de febrero de 2009

Mis primeras lentejas

Cuando me fui de la casa paterna para trabajar como profe de griego en Linares, aprendí a cocinar gracias a las detalladas recetas de quienes me querían bien.
Como soy un espíritu creativo, me gustaba innovar con lo poco que sabía y, como sabía muy poco, mis innovaciones eran horribles. Por ejemplo, le echaba al puchero todo lo que se me ocurría, en la idea de que encontraría una combinación genial y, a veces, yo, que tengo un estómago a prueba de bombas y un paladar muy acomodaticio, era incapaz de tragármelo. Esto demuestra que, para crear bien, hay que saber antes más y mejor.
Una de mis primeras víctimas fue mi amigo Felipe.
-¿Te gustan las lentejas? –le pregunté.
-Lo que más –me respondió.
Y aquellas lentejas, que no estaban muy buenas, sellaron el inicio de una gran amistad. Pero si Esaú las hubiera probado, se habría arrepentido a la primera cucharada de haberle vendido a Jacob su primogenitura por ellas.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Jesús,
me parece que tienes razón cuando dices "para crear bien, hay que saber antes más y mejor." Me pasó algo parecido, pero con spaguetti, mi madre me dió las instrucciones por teléfono, pero igual, casi quemo la pasta.

Juanma dijo...

El primer puchero que hice (piso de estudiantes, ay) me mantuvo de pie, delante de la olla, alucinado y anodado, durante toda la hora de cocción. Me decían mis colegas que podía esperar sentado en el salón, que ver dar vueltas al pitorrito no haría mejor la comida...pero salió exquisito.

Un abrazo, querido Jesús.

Juan Antonio González Romano dijo...

Tú a Linares, a mí me mandaron a Santisteban del Puerto, cuarenta quilómetros más allá. En Linars estaba el único mercado de abastos decente de la zona. Mejor que lentejas, tgendrías que haberte dedicado al choto de la zona, sin duda lo mejor.
Yo, cuando me inicié en la cocina, me abstive de probaturas hasta poder andar con cierto tino. Ahora mis potajes son excelentes, aunque está mal que yo lo diga.

José Miguel Ridao dijo...

Tú al menos te atrevías con los pucheros; yo me dedicaba a abrir latas. Golpe a mi autoestima; mi creatividad queda en entredicho.

Anónimo dijo...

Algún día tendríamos que escribir entre todos un manual de cocina para profesores primerizos a la espera de destino definitivo. Si sobrevivimos a aquello, es que estamos hechos de una pasta especial.

Ranzzionger dijo...

Esa es la diferencia entre la supuesta genialidad y la mezcolanza intragable. Los experimentos... no con las lentejas.
Por cierto, me está gustando mucho "Topicario", tanto por su fina ironía, como por su capacidad de hacer pensar alejada del sectarismo.
Un abrazo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Entonces estamos igual, querido Mith. Pero así es como se aprende. Un abrazo desde España.
Yo siempre he pensado, Juanma, que el cariño y el mimo con que uno hace las cosas influye en la calidad del resultado. Así que hiciste bien estando pendiente del pitorro.
Jo, Juan Antonio, lástima no habernos conocido por entonces. A ver si me invitas a un potaje.
Bueno, José Miguel, yo no he dicho que en Linares yo no abriera latas. Fue cuando me harté de abrirlas cuando decidí cocinar.
Octavio, ¡acabas de dar con una clave generacional! Tal vez será por eso por lo que conectamos tan bien por esta red unos cuantos. Los poetas del profe primerizo en tierra extraña.
Ranzzionger, me alegro de que te rías con el Topicario. La gente que se ríe con él en vez de enfadarse conmigo tienen que ser buenas personas. Ex corde, Cotta

Máster en nubes dijo...

Dicen que el que hace lo que puede no está obligado a más. Y además, si no pruebas ¿cómo aprendes?

Seguro que te salen ahora de muerte.

Truco que seguro ya sabes: un poquito de anis al final. Hace que sepa más.

Yo me recuerdo con 6 "cadáveres" de brazo de gitano en la basura y gritando "dejadme sola" a mis hermanos muertos de risa.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Máster, no conocía yo lo del anís. ¿Se echa una vez que están hechas o a medio hacer? Por cierto, tu anécdota de los brazos de gitano es de antología. ¿La has contado en tu bitácora? Un beso

Máster en nubes dijo...

Se echa el final, cuando ya están hechas, nada, un chorritín de nada.

"Levanta" el sabor del resto, los hace más patentes, sean lentejas solo con verduras o les hayas puesto algo de chorizo o similar, da igual.

Pero no lo pruebes con otras legumbres porque no funciona, sólo con las lentejas.

Esa concreta "catastrofica desdicha culinaria" de los 6 brazos de gitano en la basura no la he contado todavía, lo haré, prometido queda. Una de tantas.

José Luis Sánchez Domínguez dijo...

"Lentejas, si quieres las comes si no las dejas" jajaja... Creo que tienes un GRAN amigo, optó con heroica resignación por lo primero. Enhorabuena por la amistad.

elpiyayo dijo...

Querido Jesús, has contado que no te salieron bien las lentejas, pero no has dicho que aún no sabes hacerlas y si las hicieses algún dia no me las pongas delante. A ti te salen mejor los langostinos jajaja y más si tienes quien te asesore a tu lado con una cervecita a tu lado. Lo que no hay duda es que empeño, amor y decicación mucha si pones, ciencia poca. Tu haces bueno el refran "El hambre es lo bueno, la comida no"

Editorial Hipálage - www.hipalage.com dijo...

Querido Jesús:
Me alegro mucho de que marche tan bien el blog. No me extraña, con el hierro que tienen las lentejas...

Abrazos.
JMD.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Piyayo, es difícil pillarle el puntillo a los langostinos. A la cerveza sí que le he pillado el puntillo.
Querido JMD, me alegro de verte por estos pagos. Salud y fuerza para tus hijos y tus proyectos.

Anónimo dijo...

"Mis primeras letejas" Que diga "mis primeras lente... ¡¡AYYYYY!! ¿¿¡¡SIEMPRE A EQUIVOCARME!!?? ¡¡TUS PRIMERAS LENTEJAS YA ESTÁ!! ¡Opss! Ejem ¡Mi plato favorito!¡Y dime! ¿como te salió eeeeeeeeh por fita por fazazo tú que eres buenisiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiimo? Papí tus lentejas sun buenisisimas no malisisimas. Yo te quiero mucho te quiero requete-mucho un abrazazazo querido papá adios adios ¡¡ADIOS! mmmmmmmmmmmmmuuuuuuuuaaaaaaaaaaaaa.