miércoles, 3 de junio de 2009

Plan para el verano


Por vez primera me planteo un verano sin obligaciones autoimpuestas. No me diré cosas como: organizaré el garaje y la biblioteca, acabaré tal novela, me leeré este lote de libros, haré tal tanda de ejercicios, llamaré a tales personas...


Me he dado cuenta de que yo, que me paso la vida predicando contra las obligaciones que nos amargan la vida, soy especialista en obligarme.


Voy a matar a Platón este verano. Estrecharé el brazo de Aristóteles, que era más peludo que Platón. Si escribo algo, será poesía gozosa y erótica.


Será un verano de estrellas fugaces en la terraza, café frapé con mucho hielo, guitarra, óleo, hacer el bestia en la piscina, elaborar platos curiosos con mis hijas y, de vez en cuando, una escapada a las playas más solitarias.


Y sólo rendiré cuenta ante mis hijas.


Que no se me olvide.

25 comentarios:

JESUS FIDELIS dijo...

Buen plan.

Gerardo V. dijo...

Cuanto buen propósito, Cotta. Yo a veces también los hago y reiteradamente los incumplo, porque para eso estan los propósitos de verano, para incumplirlos al calor de la pereza estival y la brisa de las noches dilatadas. Este año tengo pocos planes y ningún propósito. Eso sí, un café frapé con usted si me tomaría.
Un abrazo.
Gerardo

Dyhego dijo...

¡Quiera Dios y su santísima voluntad que así sea! ¡Amén!

Máster en nubes dijo...

Vaya planazo, Jesús, qué sabio eres. Me apunto a lo de eliminar en verano los "debería" que tanto nos amargan a veces.
Un abrazo.
Aurora

Jesús Cotta Lobato dijo...

Súmate al plan, tocayo.

Gerardo, yo me tengo que plantear como propósito no tener propósito, pero tú ya lo has conseguido: no tienes propósito. El frapé queda pendiente.

Dyhego, querrá.


Aurora, no es que sea sabio. Es que si a mis taypico años no he escarmentado, sería tonto.

Juan Antonio González Romano dijo...

Yo hace años que tomé esa determinación: agosto es el mes sin obligaciones. Uno al año es imprescindible para aguantar los once restantes. Leer lo que me venga en gana si me viene en gana; escribir lo que se me ocurra, tumbarme, comer, pasear, bañarme, estar con mis hijas, algo de deporte al amanecer cuando me despierte con ganas y ánimo. Y si no, no pasa nada. Ya llegará, ay, septiembre.
Así que enhorabuena por tu decisión.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Veo, Juan Antonio, que has llegado a la sabiduría antes que yo. Un abrazo.

Alonso CM dijo...

Por lo que cuentas, Jesús, nos vamos a ver bastantes veces este verano. Ya no serán tan solitarias esas playas.

A disfrutar, que nos hace falta a todos.
Unb abrazo

José Miguel Ridao dijo...

Pues yo no me autoimpongo obligaciones, pero se le quita el "auto" y vienen ya impuestas, con mis cuatro churumbeles. Miedo me da el verano... Ya sé que es felicidad, pero en próximos años creo que disfrutaré más, actualmente es 100% niños. Un abrazo, Jesús.

maite mangas dijo...

¡Eso es un verano de los de verdad!
¡Disfrútalo!. El recuerdo que tengan tus hijas de sus veranos lo vas a decidir tú. Yo tengo unos recuerdos maravillosos de los míos y me encantaría que mis hijos pudieran decir lo mismo.

josef dijo...

Así debe hacerse, en determinados momentos de la vida!

Juanma dijo...

Yo me uno a José Miguel Ridao: a esperar que los niños sean mayorcitos para que, ellos, Lola y yo podamos hacer lo que nos venga realmente en gana.

Cumple con todo eso, Jesús, que así da gusto.

Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Yo el verano lo consagro a mis mujeres. Esto es, al placer, mayoritariamente. Presentes sucesiones amatorias, o sea.

Un abrazo, Jesús. Memento hominen, etc.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Miradmealmenos, será un placer conocerte en playas solitarias. Un abrazo

José Miguel, yo también me siento dividido entre mi deber y mi querer. Por fortuna, el amor es lo único que puede tender un puente entre ambos. Y amor tú tienes mucho.

Maite, ¡qué responsabilidad! Haré lo posible por que se lo pasen bien.

Moderato, el verano es el momento. El resto del año las obligaciones nos abruman con su peso.

Juanma, siempre habrá un momento para ti y ella solos. Si no, búscalo. Un abrazo para ti y tus churumbeles.

Octavio, el verano es para el amor y las mujeres. Y me pasa como a ti: el recuerdo de la muerte me invita a valorar la vida.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Que se cumplan todos, todos y cada uno de los objetivos previstos para este verano.

Te deseo lo mejor, siempre.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Seguro, Javier, que la benevolencia con que me lo deseas garantizará que se cumpla. Un abrazo

José María JURADO dijo...

Qué optimismo, pero si ya es otoño.

Jesús Cotta Lobato dijo...

José María, son las ganas de que llegue el verano las que me hacen que me adelante. Un abrazo

Anónimo dijo...

Las palabras se las lleva el viento, lo de rendir cuentas las tendrás que rendir en el verano, pero ante tu amada esposa. Lo del garaje lo dejas que es una deuda que tu hermano tiene contraida contigo.
Dedicate a coger alcapparras, a liar cigarrilos con tu maquinita, a escribir lo que con el tu estresante trabajo te impide, la comida, pones mucha voluntad, pero siempre la c......s
Creo que has hecho propositos de los que se hacen al terminar el año y nunca se cumplen.
¿Y si el verano no llega? Como está lo del cambio climatico, por eso lo digo.
Asi pues, alegrate con lo que aún no ha llegado y no sufras por lo que ahora pasas, el verano es para los ricos, no para las hormigas.

Mirna dijo...

Jesús, pues en lo que pueda me cuelgo con vosotros. Me encantan tus planes para este verano. Ya sabes que para todo puedes contar con nosotros, con nuestra casa, con nuestra piscina, con MI Thermomix y mi horno nuevo.
Besos preveraniegos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Mirna, qué diferente tu mensaje del de Anónimo. Tú te sumas a mi plan y me animas a seguir por ese camino. Anónimo, sin embargo, me habla de la muerte y de lo vanos que son esos propósitos. Pero está bien que así sea. Este Anónimo se va a enterar: voy a preparar este verano unos platos exquisitos y se va a tener que tragar eso de que siempre estropeo las recetas. Un beso para los dos.

Ángeles L. Satorre dijo...

Querido Jesús, es evidente que las palabras se las lleva el viento, pero y ¿qué me dices de las palabras que escribes cada día aquí y nos anima dándonos unos momentos de tranquilidad?
Tranquilidad es lo que buscamos ansiadamente.
Por mi parte, me uno a tus intenciones y palabras: Mientras camine hacia Santiago de Compostela, me acordaré de tí y pediré que estés disfrutando de tu esposa e hijas y sin pensar en ninguna obligación.
Un abrazo, maestro de palabras.

Mery dijo...

En mis veranos mas iluminados, hasta me quitaba el reloj...

Y, cuidado, que estás a punto de autoimponerte lo contrario de lo autoimpuesto otros años, lo que acaba siendo otro modo de obligación ¿no?
Ay, que me lío.
Un beso, Jesús y buenas noches

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Jesús, me parece genial tu opción para el verano, lo primero es lo primero... yo, de momento, todavía no soy capaz de dejar de autoimponerme tareas... espero aprender algún día de tu serenidad. Un abrazo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Rubén, no soy un buen ejemplo: éste es el primer verano en que me autoimpongo el deber de no autoimponerme deberes. Un abrazo.