miércoles, 27 de enero de 2010

Las cosquillas

Tenía yo once años cuando mi padre me llevó al médico por unas fiebres. La doctora me mandó recostarme en una camilla para palparme el vientre, pero sus dedos me hacían tantas cosquillas, que yo estallaba en carcajadas sin poder evitarlo. La doctora se enfadaba porque, al tensar la piel de tanta risa, no podía palparme las vísceras y yo le rogaba al Cielo todo y, por si acaso, también a los dioses griegos que me quitaran las cosquillas, pero en cuanto sentía aquellos dedos sobre mí, volvía a reírme. Lo peor es que la doctora se enfadaba y me amenazaba con dejarme enfermito para siempre y mi padre tampoco podía evitar la risa nerviosa y se tenía que esconder detrás del biombo.
Tras muchas tentativas, la doctora sentenció con muy malas pulgas:
-Hepatitis.
Y yo me pregunto qué explicación dan los evolucionistas a las cosquillas. ¿Cumplen alguna función? ¿Se mantienen por alguna rentabilidad? Son divertidas, pero también pueden ser mortales. ¿O no os enterasteis de la noticia de un yerno que ató a su suegra a una silla y le hizo cosquillas hasta que le dio un ataque al corazón?
Yo creo que, cuando Dios hizo el Adán de barro, se echó una siestecilla antes de insuflarle el vital aliento y entonces algún ángel juguetón le puso en las costillas unas chiribitas nerviosas que son las culpables de tanta cosquilla. ¿Para qué? Para que, aun cuando estemos muertos de tristeza, siempre haya un motivo para reír, aunque sea una risa inevitable, sin nada que ver con la inteligencia.

11 comentarios:

Dyhego dijo...

Don EPIFANIO:
Las cosquillas activan el sistema simpático y vuelven a las personas humanas más simpáticas, valga la redundacia. Si la persona humana no se ríe se activa el sistema parasimpático y se vuelve antipática. Las cosquillas provocan unos estremecimientos que ayudan a espantar las moscas, lo cual era muy útil para las personas humanas cromañonas. En la actualidad las cosquillas activan el sistema "n"infático (atrae a las ninfas), reducen el colesterol, facilitan el tránsito intestinal, reducen las almorranas, quitan el acné y, lo más importante, provocan un gustirrinín gigaorgasmático.Si la yema del índice cosquilleante baja lentamente por el pecho, se aproxima al ombligo y casi casi roza la zona púbica, vamos, vamos...
(vamos a la cama, que hay que...)
1 neutonio cosquilleante (pero las cosquillas te las haré en la espalda, en la zona de la chepa, no vaya a ser el demonio...)

Máster en nubes dijo...

Jesús, las cosquillas son una cosa muy mala, confesarías hasta que has matado tú a Prim, se pasa fatal en el médico, cuando te pruebas un vestido y te toman medidas, cuando te rozan siquiera, y en el médico o dándote un masaje ni te cuento. Yo las aboliría.

Jaimito dijo...

Hola Jesús, muy buena la entrada. Te copio aquí un interesante texto sacado del libro de René Girard, "Literatura, mímesis y antropología". A ver qué te parece...

"Muchos síntomas físicos de la risa son más fáciles de remedar que las lágrimas, pero esos síntomas también se hacen involuntarios y compulsivos cuando se trata de la verdadera risa. Todo el cuerpo se agita convulsivamente, el aire es rápidamente expelido del conducto respiratorio por movimientos reflejos análogos a los de la tos y el estornudo. Todas estas reacciones tienen funciones semejantes al llanto. Aquí el cuerpo obra como si hubiera objetos físicos que expulsar. La única diferencia está en que intervienen más órganos.

Lo más cercano a una risa natural y puramente física debe ser la respuesta del cuerpo a la sensación de cosquillas. Atendiendo a la mera intensidad, esta respuesta no parece proporcionada a la debilidad del estímulo, pero podría muy bien ser apropiada a la verdadera naturaleza de la amenaza aún no identificada. En condiciones de natural hostilidad, una amenaza apremiante y mortal, la mordedura de una serpiente, por ejemplo, podría muy bien no estar precedida de ninguna advertencia, salvo un pequeño cosquilleo. El hecho de que el estímulo sea desconocido y de que no pueda localizárselo con precisión, a lo menos inmediatamente, aumenta la intensidad de la reacción.

La naturaleza protectora de esta reacción está también revelada por la extrema sensibilidad a las cosquillas que tienen aquellas partes del cuerpo que son especialmente vulnerables o que generalmente están protegidas, ya por otras partes del cuerpo, como las axilas o la zona interior de los muslos, ya por los vestidos, ya por una combinación de ambas cosas, como las plantas de nuestros pies que suelen ser especialmente cosquillosas en personas que usan medias o zapatos.

En otras palabras, la risa en sus formas menos “culturales” parece afirmar exactamente, como las lágrimas, que hay que desembarazarse de algo"

lolo dijo...

La inteligencia de las cosquillas.

mangeles dijo...

¡Cómo me gustan estas entradas de tú niñez, Jesús¡. Me encanta esa risa a escondidillas de tú padre...que debía pensar ¡vaya médica más siesa¡..

Muchos besos...

Yo sigo teniendo cosquillas, pero no tantas como en la niñez...pero en las rodillas 'un montón¡¡¡ ejeje

Sandra dijo...

A mí me encanta que me hagan cosquillas!!! No sabía que eran tan terapéuticas :)
Saludo

Jesús Cotta Lobato dijo...

Don Dyhego, esta es la explicación más simpática de las cosquillas que he oído jamás. Le pediré a usted cita para una sesión. ¿De verdad que activan el sistema nifático? Hoy, dos neutonios.

Máster, lo peor de las cosquillas es no poder controlarlas, perder la circunspección cuando menos la quieres perder.

Jaimito, gracias por la cita. La verdad es que me desconcierta un poco. QUizá el proceso fisiológico sea similar al de expulsar algo, pero percibo la risa, no sé, de otro modo. En cuanto lo de las cosquillas en las partes más vulnerables, explica muchas cosas.

Lolo, pues eso, que si no tuviéramos cosquillas, los más antipáticos no se reirían jamás. Así que las cosquillas, como dices, son inteligentes, porque ayudan a no morir.

Mangeles, los recuerdos de la infancia me reconcilian con todo y con todos y por eso echo mano de ellos tan a menudo. Un beso.

Sandra, yo, sin embargo, prefiero que no me las hagan, porque lo pasa fatal.

elpiyayo dijo...

Bueno hermanito, pidele a Dios, que si te hacen un tacto rectal sea mujer y no un hombre con dedos como astiles.
Solo se reirá al que se lo cuentes luego, suponiendo que no sea de tu agrado.
Ah, que yo me da la risa, aún no he ido, lo digo por amistades que tengo.
No me creo que tu con once años invocases a los dioses griegos.Ahora quizás solo invoques a una diosa griega, pero falta no te hace.
A mi no tienes que recompensarme nada, pues yo llevo tu sangre y no es menester, además soy muy, muy orgulloso ¿o no?
Por cierto, creo que el orgullo es la bebida que más se ofrece a las personas y la más dificil de digerir cuando te la tienes que tomar tu ¡Tierra tragane!

Jesús Cotta Lobato dijo...

Piyayo, haré todo lo posible por que no me tengan que hacer eso que dices. Y lo de los dioses griegos no lo hice. Es sólo un recurso estilístico.

Mery dijo...

Muy buena conclusión: sin que tenga nada que ver con la inteligencia.
Un beso

Jesús Cotta Lobato dijo...

Gracias, Mery. Eso son las cosquillas: no se ríe uno por la gracia de algo, sino por unos dedos terribles.