martes, 19 de agosto de 2008

Canibalismo

Supongamos que, tras una explosión nuclear, sufrimos una monstruosa transformación que nos convierte a todos en caníbales. O comemos carne humana o perecemos. ¿Cambiaría entonces la moral? ¿Seguiría siendo matar el peor de los delitos? ¿La moral actual es un mero resultado de las circunstancias y de nuestra naturaleza y cambiaría si cambiasen las circunstancias y nuestra naturaleza o más bien matar es malo por mucho que cambie todo? A esta pregunta se han dado muchas respuestas. Occam decía que matar no era malo en sí, sino sólo porque a Dios así se le había antojado, pero Dios podría haber puesto perfectamente como quinto mandamiento “Matarás a tu vecino y te lo comerás en estofado”. Kant dice que un acto es moral cuando se puede convertir en deber universal. En este caso, comerse al otro para no morir sólo se puede convertir en deber universal si aceptamos que así todos vamos a morir tarde o temprano. Hume opina que son los sentimientos los que determinan la bondad o maldad de un acto. Yo no quiero que me coman y por tanto no me como al otro, pero eso nos llevaría a la inanición universal.
Yo prefiero una sociedad de hombres que muere universalmente de hambre por razones éticas a una sociedad sana y caníbal. Menos mal que existen los cerdos y las vacas. Ellos nos salvaron del canibalismo.

4 comentarios:

José María JURADO dijo...

La respuesta varía dependiendo de las alternativas reproductivas tras el holocausto (caníbal) nuclear. ¿No es religiosa la mantis?

Jesús Cotta Lobato dijo...

Podríamos los varones de esa sociedad entregar nuestros cuerpos serranos a las mujeres tras copular con ellas, voluntariamente. Naturalmente, ellas, que nos querrían mucho, no aceptarían, pero una vez que hemos muerto bellamente en sus brazos, inevitablemente se les abriría el apetito. En fin, creo que estoy desvariando. Hasta pronto

Anónimo dijo...

Yo no sé lo que prefiero porque no vivo en "el lado oscuro" pero la verdad es que si siguiéramos a Kant con lo del deber universal, moriríamos de hambre, ya que el hombre es un fin en sí mismo y comerlo sería reformularlo diciendo "el bocata de hombre es bueno en sí mismo". Muchas veces me pregunté si seríamos capaces de comernos a los otros en casos extremos ( como en el accidente de avión de los Andes) y pienso que sería muy difícil diagnosticar si es ético o no hacerlo, es más, creo que no podríamos ni opinar. En el caso que comentas, si fuera una sociedad "sana y caníbal" sería más bien una sociedad animal, con lo cual carecería hasta del concepto de "ética"... en fin, qué malo es el verano cuando aprieta el calor y empiezan a hervir las neuronas en contestaciones como ésta. Un saludo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Es una lástima, anónimo, que el verano se nos acabe. Me he reído mucho con lo del bocata de hombre. Un saludo