sábado, 30 de agosto de 2008

Satanás

O no se pueden hacer pactos con el diablo o, si se hacen, el diablo nunca los cumple, porque, si los cumpliera, no habría pobres ni feos ni enfermos ni fracasados, sino que todos seríamos Dorian Gray, jóvenes, famosos, bellos, ricos. En esto pasa como con las cremas antiarrugas. Si de verdad fueran efectivas, los viejos la palmarían con rostros lozanos y adolescentes. Sin embargo, la gente insiste en comprarse cremas antiarrugas y el mundo está plagado de sectas satánicas que pactan con el Maligno no sé qué cosas. Si Dios con todo su poder y su amor no nos libra del fracaso, de la enfermedad, de la vejez y de la muerte, ¿por qué iba a hacerlo Satanás, que nos odia? Hay en el hombre un niño feo y tonto que cree que hay una manera cómoda y fácil de conseguir las cosas, que dice no al sudor de la frente, al valle de lágrimas, y se figura que haciendo algún rito pérfido, como mojarse en la sangre de un animal inmundo, va a conseguir por arte de birlibirloque lo que los demás conquistan a costa de sudor y lágrimas. Por más niños que sacrificaron a Baal, los cartagineses no lograron vencer a los romanos, que se limitaban a luchar. A mí me dan risa esas mujeres satánicas que creen que dando a comer a un hombre alguna comida con algo de su menstruo lo tendrán atado a su corazón toda su vida, ¡con lo bonito que sería esforzarse por conquistarlo! Y si realmente esos sortilegios surten efecto, ¿qué asco de poder y de amor es ése? ¿Qué parte errónea y estúpida y malvada del hombre es la que cree que haciendo algo sencillo y abominable se conseguirá algo grande y maravilloso?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y qué satisfacción te puede proporcionar algo que has conseguido sin esfuerzo ni sacrificio?

Muchas veces el valor de las cosas está en el trabajo que cuesta conseguirlas.

Un saludo

Jesús Cotta Lobato dijo...

Si un tipo corona la cumbre del Everest porque el demonio ha hecho plin y lo ha subido allí, el Everest se convierte en una cosa muy chica que no satisface y uno necesita una emoción más fuerte. Un saludo para el dr. Bito

Yo misma dijo...

El esfuerzo obviamente debería ser premiado, pero ¿sabeis? que levante la mano quien no ha pensado en que le "regalen" algo a lo que no puedes aspirar sin dar un palo al agua.Llamadlo Satanás o como queramos...

Saludos

Jesús Cotta Lobato dijo...

Todos hemos levantado la mano

Jesús Cotta Lobato dijo...

Al revés, quiero decir que nadie ha levantado la mano. Un saludo