jueves, 18 de diciembre de 2008

Los árboles no pueden suicidarse


Los árboles no pueden suicidarse,
el viento sopla sin saber que existe,
el mar ignora que lo están mirando,
la tierra no conoce sus volcanes.
En tiempos de diluvio universal,
cuando las ramas del olivo vuelan
en picos de palomas extraviadas,
ya no saben qué hacer con tanta agua
los ríos y las fuentes y las ranas.
Un hombre es una cosa que lo sabe
y saberlo no sirve para nada,
pues todo es sin querer, incluso un hombre.
Las mariposas por ejemplo insisten
en no saber que son hermosas.

8 comentarios:

Juan Antonio González Romano dijo...

No todo es sin querer, amigo Jesús: este poema lo has hecho queriendo, por ejemplo. Dicho lo cual, me ha gustado mucho. Por poner una pega (permíteme), echo en falta un par de sílabas más en el verso final...

Lopera in the nest dijo...

El hombre sabe, y por saber es capaz de decidir sobre lo que no deciden ni los árboles, ni los vientos, ni los pájaros, ni la tierra. Es capaz de decidir sobre el problema que Camus definió en "El mito de Sísifo" como el único importante.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Querido Juan Antonioç: tienes toda la razón en lo del verso final, pero nunca he conseguido resolverlo. Me gusa tanto la contundencia conceptual del último verso, que soy incapaz de darme cuenta de la disonancia. Un abrazo.

Querido lopera in the nest: el hombre existe sin querer. Lo que puede querer o dejar de querer en un universo incomprensiblemente mayor que él es incomprensiblemente pequeño. Un abrazo

Lopera in the nest dijo...

NO!

El hombre existe queriendo, y lo mejor midiendo!. El hombre es consciente de la pequeñez porque es capaz de medir. El Universo es mensurable porque el hombre es capaz de decidir sobre el instrumento de medida.

Anónimo dijo...

Hola, Jesús. Soy Sara Cantero, alunma de latín. He visto esta tarde mis notas y, me he dado cuenta de que latín viene vacío, ¿qué ha podido pasar? Te dejo mi correo por si me puedes contestar a él. Gracias. saracantero8@hotmail.com

Por cierto, genial la charla de hoy.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Querido lopera in the nest: es cierto, como afirmas, que el hombre existe queriendo, pero en el poema yo quiero decir, y quizá no lo he expresado bien, que todo comienza a existir sin querer. Ningún ser, ni siquiera el hombre, viene voluntariamente a la existencia ni elige su cuerpo ni sus circunstancias. Un abrazo

Yo misma dijo...

Yo pienso que la vida se desenvuelve sin querer, que a pesar de que nos empeñamos en creer que el mundo podemos poseerlo con nuestras medidas y desde nuestra posición de animal-racional-poseedor de todo, somos briznas de polvo que flotan en el aire, somos música en este mundo del que apenas somos una nota, en definitiva, no siempre somos lo que queremos, pero ¿sabes? la fuerza y el deseo nos mueven hasta límites insospechados, claro, siempre que exista vida, porque sin ella... En esto como en todo, hay un abanico de opiniones. Yo prefiero pensar que mi mundo es sin querer, que sucede porque fluye y me dejo fluir. Es simplemente una forma de ver lo que vivo.

Un beso, Jesús.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Venimos al mundo sin querer, sin haber elegido el mundo ni mi cuerpo, pero si no nos suicidamos, seguimos vivos porque queremos. Tienes razón en que todo lo que existe no ha sido elegido por uno y eso está muy bien. Un beso