viernes, 6 de febrero de 2009

De la vida y la muerte

La vida de un hombre es demasiado breve como para leer todos los buenos libros, visitar todos los hermosos lugares y conocer a todas las personas interesantes.
Mi hermano David ha hecho un cálculo de los libros que podrá leer de aquí a que se muera, a razón de dos por semana, y ha concluido que, aunque viviera noventa años, no podría devorar su biblioteca ( y eso, suponiendo que no compre más libros a partir de ahora)
No daríamos abasto ni aun cuando cada día nos diera para leer un buen libro, visitar un lugar hermoso y conocer a alguien interesante.
En medio de esa pequeñez de la vida, ¡qué bien puestas están las estaciones del año, repitiéndose ochenta o noventa años en nuestra vida, para que creamos que vivimos mucho!
Aunque haya otros ciclos más largos que se nos escapan, ochenta o noventa navidades son un número a nuestra medida: no nos hartan, pero tampoco nos faltan. A esa edad, cuando comenzamos a comprender el mundo, nos toca abandonarlo, pero nos ha dado tiempo a hacer muchas cosas. Lo importante es que, al menos, la última sea digna. Bene vixit qui bene moritur. Bien está lo que bien acaba. Perdonado queda quien pide perdón al final. Es un héroe el cobarde que murió salvando a la doncella. Es un buen padre el canalla bebedor que al final dio la vida por sus hijos. Es un soneto estupendo los trece versos mediocres con buen remate.

18 comentarios:

Julio dijo...

Crono devora a sus hijos: el tiempo devora nuestro tiempo en una espiral interminable, pero no nuestras vidas si sabemos exprimir cada segundo.
Un saludo, Jesús. Me alegra haber entrado en los días de tus noches (el título lo dice, son tuyas, claro).

José Miguel Ridao dijo...

Eso de que 89 ó 90 Navidades ni nos hartan ni nos faltan... no sé, no sé. Eso de que es buen padre el canalla bebedor que se redime el último día de su vida... no sé, no sé. ¿Qué cenaste ayer por la noche, Jesús?

Anónimo dijo...

¡Ay de la vida! Arduo es el camino, y lleno de altibajos para lograr coronar su cima. ¿Pero un soneto? Ahí sí es necesaria la coherencia para que resulte un soneto con todas las de la ley. El buen arte no conoce la mediocridad, y menos en el reducido espacio de un soneto.

Jaimito

Anónimo dijo...

Entonces, ¿aún puedo librarme del infierno?
Yo hago la cuenta de las mujeres que me quedan popr amar, digamos, en la próxima década (a partir de los 54 tal vez el ritmo decaiga) y es más desoladora que la de los libros, aun dejando la misma proporción de dos por semana. ¡Difícilmente pasarán de mil! ¡Con las de mujeres que hay en el mundo!
Discúlpenme, entonces, amadas que no amaré. La culpa es del tiempo, y poco más. Yo pondré lo que mpueda de mi parte (oye, esta frase es un buen endecasílabo para comenzar un soneto, aunque sea mediocre, ¿no crees, amigo Jesús?)

Juan Antonio González Romano dijo...

Jo, qué agobio da pensar en todo lo que no podremos leer... Así que, a disfrutar de lo que leamos al máximo, a seleccionar bien y a pensar en positivo: no queda otra.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Amigos, estoy sorprendido de la calidad y contundencia de estos cuatro comentarios. Lo digo quitándome el sombrero.
Julio abre una puerta de luz. Y yo le doy la bienvenida a esta bitácora.
José Miguel atenúa mis exageraciones (si yo no exagerara las cosas, serían menos expresivas, aunque quizá más verdaderas, pero entonces José Miguel no podría moderarme como a mí me gusta).
Jaimito tiene toda la razón en lo del soneto: en el arte, la mediocridad a su casa.
Y Octavio debería vivir doscientos años en la plenitud de su edad actual para amar a todas las mujeres que lo deseen, se lo merezcan o no. Y si no empieza un soneto con ese endecasílabo, me enfadaré mucho. Ex corde, COtta

Jesús Cotta Lobato dijo...

Juan Antonio, me acaba de llegar tu comentario. Espero que uno de los libros a los que haré un hueco en estos años que me quedan sea el tuyo. Un abrazo

José María JURADO dijo...

La vida es una antología.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Querido José María: se te dan muy bien los aforismos. Y ése es un buen aforismo, porque al fin y al cabo mi vida no es todo lo que me ha pasado, sino todo lo que he seleccionado de ella. Un abrazo

Mery dijo...

Pues yo digo que eso de los cálculos es muy masculino: calcular el porcentaje de esto y de lo otro, le media estimada para tal, etc.
EL cálculo de tu hermano me ha hecho mucha gracia y estoy segura de que a pocas mujeres se les hubiera ocurrido el tema.
Uf, ahora me la voy a cargar, con tanta barba asomada por aquí.

Me retiro, antes de que se ma caiga el pelo. Buen fin de semana a todos.

Jesús Beades dijo...

Buenísimo el aformos de Jose María Jurado: la vida es una antología.

Después está esto otro, que leí en los títulos de crédito de la peli JFK: "lo que es pasado es prólogo".

Jesús Cotta Lobato dijo...

Pues ahora que lo pienso, Mery, eres la única que ha reparado en esto de lo masculino que es el cálculo. Viene bien un soplo de viento fresco en tanta barba calculadora.
Jo, Jesús, qué buen aforismo. A ver si me inspiro y escribo aforismos sobre la vida y el tiempo, ya que no me salen los haikus.

Anónimo dijo...

Pues más me deprime observar que no llego a los dos libros por semana.
Yo siempre he sido muy machote, pues me apuntaba en los zapatos, desodorantes, cuando los compraba para ver cuánto duraban.
El último cálculo que he hecho es la cantidad de rosarios que he rezado y me salen sólo diez mil ave marías. ¡Pensaba que eran más! ¡Seguro que he pecado muchas más veces!

Jesús Cotta Lobato dijo...

Te voy a contratar como calculador. Tengo varios cálculos que hacer y te los consultaré. Pero estoy seguro de que las avemarías superan a tus pecados. Un beso muy fuerte

Ángeles L. Satorre dijo...

Querido Jesús, debo decir que estoy de acuerdo con Mery. Sabes que soy gran amante de los números y aún así no soy dada a hacer cálculos sobre el futuro.
Así que tranquila Mery, que no te dejo sola ante tanta barba.
Un abrazo Jesús y por favor no dejes de escribir porque.. si hacemos números nos quedan muchas entradas tuyas por disfrutar.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Si una matemática insigne como tú, ÁNgeles, no hace ese tipo de cálculos, es que Mery tiene razón: sois menos dadas a los cálculos. Y para ti escribiré cuanto quieras. Un beso

Pamela Traviesa dijo...

La vida es demasiado breve, así que no perdamos el tiempo en contar y disfrutemos de ella.

Rosna dijo...

Vida-Muerte van juntas , la muerte es segura y alcanza a todos los seres ,es imprevisible y puede suceder en cualquier momento ,lugar o circunstancia a cualquier edad .La muerte es un acto solitario , es la propia muerte .
Por tanto ,hay que aprovechar la Vida ,es corta , efímera ,frágil como las flores de Sakura ... y distinguir entre lo esencial y lo trivial , lo prioritario y lo accesorio , lo importante y lo mezquino , evitando apegos y estados de ánimos negativos , valorando mucho más a los seres humanos y a los seres queridos que podemos perderlo o nos pueden perder en cualquier momento . Vida-Muerte ,es un aprendizaje y el camino es largo pero vale la pena , es una tarea ardua ,es una batalla con nosotros mismo ,eliminando los errores internos. Es lo que aprendi con mis padres , de corazón a corazón ,de ser a ser .

Le deseo toda Fuerza y luz para sus momentos.

Rosna