sábado, 14 de febrero de 2009

La bella durmiente

Eluana Englaro no estaba conectada a ningún aparato ni estaba sometida, que yo sepa, a ningún tratamiento. En su estado vegetativo persistente era capaz de deglutir, abría los ojos de día y los cerraba de noche. No era un caso de encarnizamiento terapéutico ni era una agonizante, como he oído decir. Era una bella durmiente y esperaba a un príncipe que la despertase con un beso. Ya sabemos que esos príncipes no son siempre capaces de penetrar a espada limpia en el bosque de maraña que la enfermedad extiende alrededor de las bellas durmientes, pero las princesas como Eluana nunca pierden la esperanza. Ahora esa esperanza se la ha arrebatado una aguja.
Eluana, allí donde estés, recibe mi beso, aunque tarde.

19 comentarios:

Máster en nubes dijo...

Muy difícil todo.
Pero tu entrada de hoy preciosa, Jesús.
Y cuando no hay príncipes, cuando no aparecen, a veces hay mujeres como las que cuidaron de Eluana 14 años. Con cariño y entrega.
Gracias y buen fin de semana (y día de San Valentín, tópico pero realidad)

Anónimo dijo...

A los doce años me regalaron un perro. Me vio crecer. Me acompañó a casa de mis abuelos y allí convivió con ellos y conmigo. Luego yo fui de un lado para otro y quedó con mis abuelos. Iba a verlos a menudo. A los 24 años, enfermos mis abuelos, el perro también, me tocó llevarlo a la protectora de animales para ahorrale sufrimientos a él y a mis abuelos, que ya no podían cuidarlo. Fue uno de los momentos más amargos de mi juventud. Creo que no sería capaz de volver a repetirlo. Y estamos hablando de un perro.

elpiyayo dijo...

Con dos pares, asi hay que hablar, con dos pares de razonamientos lógicos y naturales como la vida misma. Ni somos amos y señores de nuestra vida ni de nuestra muerte, cuanto menos de la de la de los demás.
Pero hay bellas durmientes y principes con ese beso hermoso, lleno de vida y de amor, desgraciadamente los demonios y los adalides de la libertad, la vida y la muerte hay muchos, demasiados, pero lo peor, demasiados borregos que acuden a sus proclamas, demasiadas brujas con hermosas manzanas envenenadas.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Comparto, Máster, contigo esa admiración por el cariño y la entrega.
Octavio, después de esta anécdota, estoy seguro de que tú, con tu beso, la habrías despertado.
Piyayo, procuraremos entre los dos desenmascarar a esas brujas disfrazadas.

Rosna dijo...

Hoy este mensaje me llega al corazón y toca cerca , duele ... mi padre tiene su princesa mi madre y con el amor lo acompaña , aunque él no desea ver a sus seres tan amados sufrir . Siempre nos dijo que quiere morir sonriendo y con dignidad ,al ingresar al hospital él dijo : mi cuerpo ya no me pertenece ,pero voy a luchar hasta el último día .

Gracias Cotta san y en víspera del Día del amor por este relato real y lleno de magía , su naturaleza es generosa , dulce ,tierna , creativa y sentida despierta admiración en quienes comparten su vida .Usted esta aquí -ahora para embellecer el mundo , se intuye su don de establecer armonía y belleza .

Para Usted y para Tod@s .Feliz Día de San Valentín

Rosna

Jesús Cotta Lobato dijo...

Gracias, Rosna, a ti por tan elogiosas palabras. Yo también te deseo un feliz día de san Valentín y te envío una lluvia de estrellas refrescantes, para que te alivie ese pesar.

Er Tato dijo...

Pues siento discrepar, amigo Jesús. O quizás no. Yo no sé qué haría en un caso así, pero sí sé que uno debe ser dueño de su propia vida y que cuando uno, lamentablemente, no puede decidir y no pudo expresar sus deseos con anterioridad, alguien tiene que hacerlo. Y en ese caso ¿debe ser el Estado? ¿O deben ser sus tutores legales? También tengo claro que los segundos.

Hablo de libertad de elección. Lo que escribes es muy bonito, pero injusto para la princesa. Claro, que sólo es mi opinión.

Saludos

Mery dijo...

Un asunto realmente complicado de entender.
El sentido común y la moral nos encauza por lo que acabas de describir tan bellamente, pero intento ponerme en la cabeza y el corazón de su padre, de toda su familia, y creo que algo se nos escapa. De lo contrario, sería demasiado cruel y banal. O el mundo se ha vuelto loco.
Pienso mucho en ella, mas de lo que imaginaba en un principio y ahora, al leerte, se me ocurre esta simpleza imposible: ojalá La preciosa Eluana hubiera despertado con el milagro de tu beso. Ningún cuento hubiera superado jamás esta historia.
En fin, muy triste.
Un abrazo, Jesús, ha sido conmovedor.

Anónimo dijo...

Triste historia la de Eluana, acá no se le dió mucha importancia al asunto en las noticias, así que no estuve muy informado, pero ahora que sé que ella podía realizar esas cosas, me parece totalmete reprochable semejante acto. Este tipo de situaciones deberían de tener una vigilancia más rigurosa.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Queridos Tato, Mery y Mith: esto es lo malo y lo bueno de la vida: que hay situaciones para las que no hay una solución perfecta, pero hay que tomar una decisión.

Anónimo dijo...

Siento enormemente haber sido el causante de este debate en tu bitácora, Jesús. Me desagrada que se cree "mal royo" por mi opinión. Sólo es una opinión y basta; lo que me sale del alma, quiza tenga un alma mala.En este asunto es absurdo intentar ponernos de acuerdo. De todas formas pido disculpas humildemente, no era mi intención provocar. un abrazo

Jesús Cotta Lobato dijo...

Mi querido Antónimo, tú puedes decir en mi bitácora lo que quieras. No tienes por qué pedir disculpas. En tus comentarios has sido delicado y elegante. ¿Tienes que pedir perdón por opinar como opinas? En el fondo estamos de acuerdo en una cosa: nos interesan las personas, queremos que no sufran, queremos el bien de la gente, pero no siempre vemos el bien en el mismo sitio. Te pido perdón yo por si no he sabido cortar a tiempo la discusión. Un abrazo a Antónimo y al Piyayo

Er Tato dijo...

Algo me he debido perder, porque yo no he visto mal rollo por ningún sitio.

Saludos

Jesús Cotta Lobato dijo...

Eso es buena señal, Tato. En realidad, no ha habido mal rollo. Sois todos unos excelentes tertulianos.

Mery dijo...

Como er Tato, tampoco he visto en ningún momento un comentario fuera de tono. Todo ha sido correcto y cabal.

Jesús Beades dijo...

Una compañera de trabajo de mi mujer, y amiga suya, ha estado en coma nueve días, tras sufrir un infarto cerebral. Cuenta ella que podía notar cuándo estaban a su alrededor, y que les oía hablar, como en un sueño. Sobre todo recuerda a su marido, que le decía: despierta, cariño, despierta...

No es lo mismo. Su coma no era profundo. Pero aún así, me ha resultado impresionante, y revelador. Con un doctor Montes, la hubieran enviado al otro barrio, supongo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Jesús, eso mismo le pasó a mi madre: no podía comunicarse, pero lo oía todo. Un abrazo

Jesús dijo...

¡Qué hermoso!

Jesús Cotta Lobato dijo...

Me alegro de que te guste, Suso. Por cierto, descubrí tu bitácora a raíz de Compostela y me encantan tus fotos y cómo las titulas.