domingo, 22 de febrero de 2009

Razón y corazón

Mis alumnos se empeñan en que, cuando un hombre mata o viola, pierde su derecho a la vida. En vano yo les digo que los derechos se tienen por ser persona, no por ser bueno. Pero ellos, hala, a defender el linchamiento público de violadores. Yo les digo:
-Y cuando vuestro hijo venga de linchar a alguien, ¿les besaréis esos bíceps tan noblemente ejercitados?.
Y ellos:
-Si un canalla viola y mata a tus hijas, ¿tú no lo matarías?
Y yo intento explicarles que una cosa es lo que a uno le entran ganas de hacer y otra lo que se debe hacer.
Sin embargo, el otro día un ciclista estuvo a punto de atropellar a mis hijas en la acera y yo apreté los puños como un hombre de las cavernas.

20 comentarios:

Juanma dijo...

Ayer mismo, en el parque, un par de chicos un añito o dos mayores que el mío (el mío, dos años) se medio reían de él por su forma de cantar "un elefante se columpiaba...", con esa media lengua que da la edad. Obviamente, todos son niños y ni me mosqueé ni nada de nada (hasta ahí podríamos llegar), pero me entró por dentro una cosilla que...En fin, que si por estas cosas a uno le entra la una cosilla, ante una agresión a mi hijo estoy casi seguro de que me lanzo a la yugular. Ese "casi" aquí es relevante: verdaderamente no sé cómo reaccionaria. Mejor no comprobarlo.

Un abrazo, querido Jesús.

Juanma dijo...

Fe de erratas (que no puedo evitarlo, que me daña la vista): "reaccionaría".

Olga Bernad dijo...

Yo también saco los dientes si alguien toca a mis hijos, sólo faltaba que una no se pudiera ni cabrear.
Eso es muy humano,en casos tan terribles yo creo que los familiares de las víctimas tienen derecho a sentirse así,a querer venganza, pero los demás, no. Abre caminos muy, muy peligrosos. Pánico me dan las multitudes teniendo razón, conmovidas, con un enemigo común y una piedra en la mano. La justicia tendrá que encontrar otros medios... pero, claro, tendrá que encontrarlos. Lo que tampoco puede ser es que salga más barato matar a alguien que pagar una hipoteca. En fin. Yo lo que no entiendo es que esos chicos jóvenes, guapos, sanos, que vimos fotografiados en internet, con la vida por delante para dar y regalar, se dediquen a matar a su novia, a ayudar a deshacerse del cadaver de su amiga, a fingir durante tantos días. No lo entiendo. Realmente, me asusta el mundo.

Juan Antonio González Romano dijo...

Ojalá nunca tengamos que pasar por circunstancias como esa, Jesús. Tal vez si las leyes estuviesen mejor hechas (un solo ejemplo: que la reducción de penas no fuese automática, sino que hubiese que ganársela muy a pulso) la razón sería más fácil de aceptar. Pero con leyes así, cuesta, realmente.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Está bien, Juanma y Olga, sacar los dientes y apretar los puños para defender a los hijos. Y coincido con Olga en todo lo que dice. Esos chicos tenían talentos y los han usado para matar, no para salvar y ser felices. Una lástima.

El Africanito dijo...

Mi madre me dice siempre que cuando este en una situacion de cabreo insostenible cuente hasta 3 y si aun sigo cabreado siga contando hasta 10 y es verdad porque parece mentira la diferencia que hay en diez segundos.
si estos chicos hubiesen probado esta técnica puede que el destino de la muchacha hubiera sido mejor.
Estoy de acuerdo en que tenemos derecho a cabrearnos por algún motivo de peso pero no por el gusto de hacer daño como hacen muchos hoy en día.

feliz domingo

Jesús Cotta Lobato dijo...

Juan Antonio, abundando en tu idea, ¿no sería también lo propio que el condenado no pueda salir de la cárcel si no muestra arrepentimiento? En fin, es una idea.
Africanito, esa técnica te la pido prestada, aunque, la verdad, no me suelo cabrear mucho. Feliz domingo a todos.

Juan Antonio González Romano dijo...

A eso venía yo también a referirme, Jesús, en efecto.

Ranzzionger dijo...

Interesante debate. Cómo reaccionaríamos ante esas circunstancias, es algo que no podemos saber, y ojalá nunca pasemos por esa experiencia. Lo más triste es que personas desde la frialdad, desciendan al impulso animal y que encima haya medios y personas que estén alimentando ese instinto. A las víctimas el máximo respeto, solidaridad y compasión; pero desde Hammurabi, con su terrible código, aunque un avance con respecto a lo que había antes, la capacidad punitiva debe estar en otras manos. Lo demás, es la Jauría Humana. Otra cosa es que los castigos puedan ser más duros según qué delitos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Jo, Razzionger, has dicho con brevedad y contundencia lo que a mí me costaría explicar dos parrafadas. Gracias.

Anónimo dijo...

Yo incido en lo que se ha dicho. Cuando alguien se plantea la pena de muerte, ante la laxitud de las condenas actuales, yo siempre les digo: ¿no sería mejor, antes que nada, endurecer las penas, eliminar prebendas y descuentos? La alternativa no es un año de cárcel o la muerte; si en vez de uno fueran treinta o cuarenta, la indignación popular sería bastante menor.
Un abrazo (de cabeza y corazón).

Jesús Cotta Lobato dijo...

Eso mismo digo yo, Octavio. Un abrazo

Rascaviejas dijo...

La verdad es que en estos días, por la cercanía en mi caso de todo lo que ya sabemos, he visto a muchos posibles asesinos en mis alumnos, mis compañeros y (paradojas) mis vecinos... Suena duro pero también es una forma de comprensión que deberíamos aplicar para que nuestros puños se queden apretados pero sólo eso. Porque cavernícolas se han visto estos días a los dos lados de los cordones policiales y, sobre todo, delante de mucha cámara de televisión y de micrófono de radio.
No me lo imagino a usted como hombre de las cavernas...Si acaso la platónica...
Saludos

Jesús Cotta Lobato dijo...

Querido Rascaviejas, tampoco yo me veía como hombre de las cavernas hasta que apreté los puños. Pero tiene usted toda la razón. Yo también me asusté cuando vi a la muchedumbre frente a los juzgados esperando al asesino con ganas de lincharlo. Un abrazo

José Miguel Ridao dijo...

La sinrazón de la justicia española es lo que hace que nos pueda el corazón. Con una justicia razonable la gente se apaciguaría. Si a los profesores ya nos cuesta contener los puños, ¿qué podemos pedir a nuestros alumnos? Os soy sincero, si sabemos con certeza que un criminal condenado en pocos años volverá a matar o a violar, estoy a favor de la pena de muerte; esa muerte salva muchas vidas.

Anónimo dijo...

Querido Jesús; pero esto va a peor. la vocación racionalista se está perdiendo y en esto los mass media tienen mucha culpa; Preñan las noticias de emoción, las alimentan con pienso de sensacionalismo, insisten, las engordan con todo el morbo del mundo, nos educan en la venganzan. Pero eso si, cada vez mas telebasura y libros monos en las estanterias porque queda bien pero la cabeza con mas ardor y menos reflexión inteligente y moral.
Un saludo
Gerardo

Jesús Cotta Lobato dijo...

José Miguel, estoy de acuerdo contigo en que con penas más duras habría más sensación de justicia. Y coincido con Gerardo en que eso se ha de hacer con la cabeza, no con elc corazón.

elpiyayo dijo...

Yo estoy de acuerdo en no alimentar las masas, en que no se tomen la justicia por su cuenta. Solo que si a una hija mia le hacen eso y el culpable es condenado, si un hijo mio le pega un tiro la ETA en la nuca y el culpable es condenado, muchas cosas tendrian que ocurrir para que yo no me comeria el corazón de esa persona. Toda mi vida pensaria como hacerlo mejor que Anibal, el del Silencio de los corderos, un angelito a mi lado.
Lo siento, pero es lo que siento.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Yo también siento eso, pero no sé si lo haría. También siento deseos de vengarme, de no ir a trabajar, de poner cuernos, de machacar el despertador. Y, en fin, me contengo como puedo. ¿Por qué no contenerme también en ese caso?

elpiyayo dijo...

¿Puede ser porque tu no has hecho esas cosas, y yo las haya hecho?
Lo ahorcaria con sus propias tripas despues de haberlo abierto en canal, a el y a doscientos, solo me hace falta la certeza de que haya sido el, solo eso, la ley de los hombres es valida y la mia tambien, yo respeto la que hay, la del asesino y la mia.