Los alumnos míos que sueñan con ser policías suelen estar fuertes y ser, además, buenas personas. Si encima son guapos, las chicas se los rifan.
Siempre he admirado a los hombres de mucha musculatura, pero de corazón piadoso, atletas que se compadecen del sufrimiento ajeno y que ponen sus músculos al servicio del débil, como un caballero que inclina su poderosa testuz ante una bella dama. Atletas del honor y de la belleza, podrían estrangularnos a todos y, sin embargo, nos defienden. Y si descoyuntan como Sansón a un león, no es por el gusto de la sangre, sino para salvar a una niña.
Blandos con las espigas y duros con las espuelas, que diría Lorca. Como Dios manda.
Y aconsejo leer la entrada de Alejandro referida a cierto asuntillo mío.
14 comentarios:
Don EPIFANIO:
¡Y encima salen medioembolas en los calendarios!
¡No hay derecho! ¿Y los que somos como Cuasimodo? ¿Qué hacemos? ¿Eh?
1 neutonio
Don Dyhego, usted no es Quasimodo, que yo lo he visto en fotos y está usted muy bien y podría salir en bolas en un calendario. Hala, otro neutonio.
Yo me conformaría con ser como quería ser recordado John Wayne: "Feo, fuerte y formal". Tampoco está mal. Que John Ford bien puede compartir cartel con Mallory.
Otra cuestión: llego a su blog tras descubrir el de E.G. Máiquez. Es un feliz hallazgo tras otro.
Un cordial saludo de su nuevo y, si Dios quiere, seguro lector.
Así sí.
No hay nada más atractivo en un hombre que la nuca. Esas chicas eligen bien.
Gómez de Lesaca, es estupenda esa frase de John Wayne. Ojalá yo pudiera decirla de mí. Por cierto, alquien que me llega de E.G.M. tiene que tener buen gusto y ser buena persona. Es para mí todo un honor.
Lolo, gracias por revelarme el secreto de la nuca. Me ha encantado saberlo. Les diré que inclinen la cabeza, con la nuca bien afeitada.
No había leído la entrada de Ale...¿cómo se te iba quedando el cuerpo con su lectura? ¿Necesitas a un tío fuerte que te defienda de esos colegas tuyos?...ya sabes, para lo que haga falta.
Un abrazo.
¡Qué maravilla de escrito de tú amigo Alejandro¡...y no he podido dejar de imaginar tú cara ....jejeje
Creo que lo más fuerte de oir, debió de ser, eso de ...¡me abrías de piernas¡ jejej jejje
Sois geniales.
Un beso
Pd.: Es interesante saber que todavía hay chavales que quieren ayudar a los demás, hacer una profesión por vocación de ayuda...muy esperanzador
Juanma, gracias por tu ofrecimiento. En la próxima carta comprometida que yo reciba, solicitaré tus servicios.
Mangeles, yo fui el primer soprendido. Y lo sigo estando. Un beso.
Y con qué nos quedamos Jesús?
Siempre con nosotros.
No sé cuándo se puso de moda eso de machacar a los polis. Quizá sea culpa de los grises. Yo admiro a las fuerzas de orden público y entiendo que hacen un trabajo difícil.
Un 10 para esos alumnos tuyos... y gracias por la cita, Jesús.
Javier, seamos como seamos, no nos tenemos más que a nosotros mismos: ¡vivamos!
Alejandro, la manía contra los policías es tan absurda como la manía contra los profes y los médicos. Yo siempre me he sentido más tranquilo en calles con policías que en calles con yonquis. Un abrazo.
A me vienen policias a mi negocio, de esos que tu dices, musculosos, de gimnasios y comer pechuga de pavo. Como bien me conoces(lo "entraillo" que soy) los reto y les apuesto que no pueden ganarme el pulso, un jamón de bellota contra una cerveza, jamás ninguno se ha atrevido a jugarsela conmigo, mi unica fuerza el hacerlos dudar y quedar en ridiculo delante de la gente.
El peor arma de un policia, es un bolígrafo pichita, un bolígrafo que te enteres.
Anónimo, supongo que el boli es para ponerte multas. En cuanto a esos alumnos míos fuertes, no sé si comen pechuga de pavo. Lo importante es que son fuertes y buenas personas. Comer pechuga de pavo no es mejor ni peor que comer hamburguesas.
La última parte del comentario de Anónimo la he borrado porque me parecía ofensiva para uno de mis comentaristas.
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