Cuando yo leí por vez primera El señor de los anillos, a los quince años, me estaba haciendo un hombrecito. Por entonces Tolkien no era muy conocido en España y se lo di a leer a todo el que pude con tal de tener a alguien con quien compartir esa experiencia extraña de todo un mundo inventado del que Tolkien me mostraba sólo una milésima parte.
Yo lloré sobre el pecho de Boromir; yo quería ser como Faramir; me compadecí de Gollum; besé la mano de Galadriel y no admitía que algo tan bello pudiera ser tan sólo un libro: todo eso tenía que existir. Y la razón por la que ese libro me seducía tanto es su identificación metafísica, real y definitiva entre bien y belleza, entre maldad y fealdad. Me da por pensar que esa identificación entre bondad y belleza está en nuestro bulbo raquídeo, en la parte más animal de nuestro cerebro. Los cocodrilos, a la medida de su reducido cerebro, también la tienen. Son protoideas primitivas que no sé si nacen de nuestra tradición cultural, de nuestra estructura mental o de la simple organización de la realidad. A mí de pequeño me indignaba que la reina del cuento de Blancanieves fuera bella, ¡con lo malísima que era! ¡Bendita niñez!
Ojalá fuera verdad que las cosas buenas, en última instancia, son también bellas.
Y quiero agradecer el reportaje de fotos que me hicieron el día de la presentación Julio Ariza y las que el poeta Ramón Simón cuelga en su bitácora.
19 comentarios:
Si la belleza siempre fuera buena, y si lo bueno siempre fuera bello, si fuera tan fácil distinguir lo bueno de lo malo, la belleza de la fealdad, que acabaríamos aburriendonos e inventando nuevos cánones de belleza y nuevas reglas morales.
Aunque comparto contigo la idea de que cuando uno descubre la belleza y la bondad ya sea en palabras, en imagenes o en donde quiera que sea, su único anhelo es compartirlo.
Saludos
Gracias poeta. Hoy en día es un bien escaso leer un buen libro de poesía. Gracias por satisfacer unas horas de lectura, donde he vuelto a sentirme como un niño jugando con mis hijas a construir castillos de arena en la playa de Zahara. Y, que las fotos son tuyas no mías, te recuerdo.
Saludos.
Don EPIFANIO:
A mí me gustaría tener la constancia y la alegría de los malos.
Los malos nunca se cansan de hacer maldades y encima se ríen a carcajadas cada vez que hacen malean, jajajajajajaja.
1 neutonio
La belleza no es siempre buena, pero lo bueno siempre es bello, ejemplo :
un plato de papas con huevos fritos y ajos o una mujer que tu ames, siempre seran bellezas. Ah¡ si del estomago andas bien o del centro de tu universo andas alto.
Respecto a el Señor de los Anillos has calentado la cabeza a todos tus hermanos incluido yo y riendote me decias "es que tu no lo entiedes" y sigo sin entenderlo.
Yo estoy escribiendo un libro que se llamará:
"La Mercedes y su pájaro", pero sin poesias, a quema ropa, solo espero que el Estado me de una beca y encuentre un padrino aunque sea Belen Esteban y Mariñas
Qué rica estaba la madrasta de blancanieves.
Es verdad que tendemos a asimilar belleza con bondad...y efectivamente no siempre van juntas, aunque lo parezcan.
De echo, hay setas preciosas, y "te matan".
Besos.
I am, no sé si sería aburrido, pero no existirían los vampiros ni los diablos disfrazados de ángeles de luz.
Ramón, para eso escribo, para que alguien pueda decirme algo como tú me has dicho. Ex corde.
Don Dyhego, yo también me pido esa inconsciencia, como los romanos, que tenían esclavos e iban al circo ¡y sin remordimientos de conciencia!
Piyayo, eres el único Cotta que no se ha leído el libro, en fin, eres un bicho raro. Por cierto, si consigues que te subvencionen de la Mercedes, dime el secreto.
José María, sí, para lo que estamos pensando parece más imaginativa de Blancanieves, pero nunca se sabe. También hay malas pavisosas en esa materia.
Mangeles, las setas son un buen ejemplo. Y el mercurio. Un beso.
Joerrrr...me voy de cara a la pared para toda la semana...HECHO, HECHO, HECHO...
Llora Mari, como mujer inculta, lo que no has sabido escribir como una persona instruída.
Y ojalá que las cosas bellas fuesen siempre buenas, también. Como fanático de la belleza (femenina), quiero creer que es así.
Y a mí también me pone la madrastra de Blancanieves, por supuesto.
Un abrazo.
Octavio, seguro que es así, sobre todo si lo dices tú. ¡Y vaya con la madrastra! Al final tiene más admiradores que Blancanieves.
Yo, aunque mayor, también disfruté del Señor de los Anillos, sobre todo por esa creación de una fantasía que no me parece tan irreal.
Un saludo cariñoso.
Me has abierto los ojos sobre el por qué me gustó tanto El Señor de los Anillos en mi juventud. Me leí y releí los tres tomos en apenas quince días y tenía también quince años. Me hice tantas imágenes propias de aquel mundo imaginario que no pude soportar el trauma de ver la primera película y no vi más.
De todas formas, creo que tienes toda la razón del mundo con esa asimilación instintiva de bien y belleza. Será por eso lo de "vender la lavadora" envuelta en papel de regalo, cuando nos quieren colar cualquier mierda.
Un abrazo Jesús.
P.D. Le digo bellota a las hojas del roble (Julio) por la foto de una bellota que tuvo en su perfil.
Decía Tolkien que el bien se asimila mejor en forma de mito, que el mito es la esencia del alma más que pueda serlo la razón.
Creo que cuanto más se acerquen a la verdad, más indisolubles son belleza y bondad.
Platónico andamos. Mil fotos te haré en mil presentaciones, amigo.
Mangeles, todos nos equivocamos.
Gloria, me alegro de tener una colega en Tolkien.
Alegre opinador, eso de la lavadora en papel de regalo es lo que antes se decía un diablo vestido de luz. Y gracias por aclararme lo de la bellota.
Reyvindiko, Tolkien siempre da la clave. Me aplicaré el cuento en mi próxima novela.
Lolo, eso creo yo también en el fondo, pero nunca acabo de encontrar los argumentos definitivos para demostrarlo.
Julio, es que acabo de explicar Platón en clase. Y lo de las fotos me llena de orgullo. Nunca fue caballero de caballeros tan bien servido.
Un Cotta que no se ha leido el Señor de los anillos no creo sea malo, siempre que haga arroz en paella para cuarenta y se pueda comer.
Pero de verdad, soy un bicho raro, es que me lo dicen ya demasiadas personas y al final lo tendré que aceptar. Pero ¿por qué mis nietos me quieren tanto?¿por qué Kiara al único que obedece es a mi? ¿tan bicho soy?
Señor ReyVindiko. prefiero la de Einstein:
"El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir".
Interesante reflexión, yo estoy convencido de que bondad y belleza van de la mano, cuando tratas a alguien feo pero bueno, acaba siendo guapo, y así ...
Un abrazo
Piyayo, doy fe de todo lo que dices: a mií no me obedecen los animales ni sé hacer paella y buena para cuarenta. Eso sí, espero que mis nietos me quieran. Un abrazo.
Capitán, eso que has dicho es una frase que repito yo a menudo. A veces me da por pensar que nos leemos el pensamiento. Un abrazo.
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