viernes, 29 de enero de 2010

A todos los odiadores

Un día vi salir a unos tunos de una casa particular a las siete de la mañana, con cara de felicidad. Al verlos salir, el taxista me dijo:
-No puedo soportarlos.
-¿Los conoce usted? -le pregunté.
-No, pero no los puedo soportar -insistió.
La verdad es que los tunos tenían cara de haber follado mucho y bien durante toda la noche y por eso tanta gente, normalmente los pringaos, no los soporta. ¡Qué fea es la envidia!

Amigos, yo sé que algunos de vosotros sufrís en silencio o habéis sufrido alguna vez a estos odiadores que dedican energía y tiempo a odiar cosas y personas que nunca les han hecho nada. Hay, por ejemplo, algunos dedicados en cuerpo y alma a odiar el baile regional de la jota o de la sevillana. Otros ven la bandera española y echan espumarajos. Y yo he oído a muchos desear, con los ojos fuera de órbita, la muerte de todos los toreros. En Bitacoria también hay odiadores que rezuman bilis porque no soportan a bitacoreros que hablan con gracia y frescura.

Es la de odiador una profesión muy ingrata y dura. Aún se estudia si la úlcera, los gases y la impotencia son su causa o bien su efecto.

Ojalá descubran el cialis o el viagra y así puedan soltar su mala leche en otro sitio.

30 comentarios:

mangeles dijo...

Pues sí. Normalmente los odiadores,odian todo lo que ellos mismos son y no quieren reconocer. Odian a los inmigrantes, porque ellos o sus padres fueron inmigrantes (y se averguenzan),....odian a los pobres,porque ellos o sus familias fueron pobres (y se averguenzan)...son incultos que disimulan su incultura, y odian a los que de verdad son cultos y se preocupan de aprender en la vida....

Ainss....que tristes e infelices son los odiadores

Besos de POR FIN ES VIERNES, y voy a......dormir un montón

Capitán dijo...

Hay muchos, y mira que sienta mal dedicarse a odiar y la de tiempo de felicidad que se pierde. Los odiadores son un caso claro de que en el pecado llevan la penitencia.

Yé dijo...

Querido Jesús; nos falta, y esto es universal (y cuando me refiero a universal es que nos pasa a muchisima gente, más de la que imaginamos) que cuando no entendemos las cosas las machacamos, las cuestionamos, las ridiculizamos y en lugar de buscar porqués (que los tienen porque cada cosa tiene una razón original de ser) nos dedicamos a lanzar sapos y culebras por la boca contra lo que no entendemos porque somos vagos y nos quedamos con lo primiero que escuchamos en televisión o leemos en los periodicos o nos dice nuestro vecino con el que simpatizamos grandemente porque nos da y le damos la razón después de inyectarnos los ojos en sangre. Cuanta indignación emocional nos asiste a dirario y que poco sosiego (de ese que envidiamos de los ancianos) nos asiste.
Un saludo

Dyhego dijo...

Don EPIFANIO:
¡Qué vergüenza más espantosa me da leer su entrada de hoy porque... reconozco que a veces yo soy uno de esos odiadores!
¡Mi mujer y mis hijos me lo afean: ya está el papá despotricando contra todo bicho viviente que sale en el telediario!
A ver si me apunto a unas clases de paciencia y boca cerrada.
1 neutonio

Unknown dijo...

El odiador debe de ir acompañado del aguador ( persona que va al lado de los pasos en semana santa cargado con un botijo y un vaso de hojalata pa aliviá el trabajo de los costaleros). Así, poco a poco, con el transcurrir de los días, el agua hará su efecto milagroso, el odiador será convertido en un nuevo aguador, pa aliviá el trabajo de otros.

Máster en nubes dijo...

Un abrazo, Jesús.

Cada uno tiene su prao, que dicen en Asturias. Si estás concentrado en que la hierba del tuyo crezca y que la vaca que tienes en él coma bien y se ponga gorda gorda, tienes poco tiempo para mirar el prao del vecino. Y luego está también el dicho aquel: "hierba que está para ti, no hay vaca que se la coma"...

Estoy convencida como tú que tras algunos odios hay falta de sentirse querido (en cualquier sentido o en todos), y tras la verde envidia... una necesidad impresionante de ternura (declinada en diversas formas también).

Eso no quita para que te preguntes qué mal has hecho tú y que, siendo fuerte, seas vulnerable a los anónimos y hasta a las cartas firmadas.

Alonso CM dijo...

Odi et amo.
Para estar vivo hay que odiar y amar, a veces sin la luz de la razón.

Un abrazo

Jesús Cotta Lobato dijo...

Mangeles, que se mantengan lejos de nosotros y que tengas unos sueños dulces y reparadores.

Capitán, debe ser uno de los pecados más tontos este del odio.

Yé, todo eso que dices es ideal para ilustrar una frase de Pascal que decía que tendemos a despreciar lo que no entendemos. Un abrazo.

Don Dyhego, despotricar contra los tontorrones o corruptos que salen en la tele no es malo, sino sano: si tienes la cabeza en tu sitio y admiras lo bello y lo noble, es normal que eches espumarajos cuando ves la tele. Una cosa es que te pongan por delante a un impresentable y tú despotriques y otra muy distinta ir a buscarlo para ridiculizarlo. Este `´ultimo es el odiador.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Menos mal, Ramón, que has añadido un poco de buen tino y bondad a esta entrada tan biliosa. Lo del aguador es una idea estupenda. El agua, siempre tan reparadora.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Máster, esas cartas firmadas sirven para lo que yo me sé y en vez de hundir al destinatario lo elevan a un pedestal. El que critica se pone feo y el criticado parece más guapo e interesante. Hala.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Miradme, ah, el gran Catulo (porque era de Catulo, ¿no?). La verdad es que cuanto más ama uno lo bueno más odia lo malo: es lo único que considero que hay que odiar. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Buenos días Jesús. El caso es que veo desde hace tiempo que se te han atragantado los aforismos... una pena. Saludos y nos seguimos leyendo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Ladrón, cuánto tiempo. Los aforismos volverán, pero cada uno de ellos requiere tiempo. Si no, se queda en una tontería. Un abrazo.

Retablo de la Vida Antigua dijo...

Yo soy el espíritu que siempre niega.

Esto decía el diablo en Fausto.

Olga Bernad dijo...

Yo creo que el amor implica la negación de algunas cosas, las necesarias. Tan importante es amar como odiar, o renegar, de aquello que no está bien.
El "Odi et amo" es profundamente humano... administrarlo bien es cosa de sabios, eso sí.

Hay gente que simplemente es una petarda del odio, como hay petardos del amor universal. Que un angelito de esos que nos gustan nos guíe por la senda de lo justo, porque solos...

Buen finde, again. Te invito a un
trocito de roscón de San Valero (virtual;-)

mirambella dijo...

Eso de odiar, encima de provocar úlceras,tien que ser agotador...y puede ser causa de muerte, no sólo de los odiados sinó también de los odiadiores. Besos, buen fin de semana.

Sandra dijo...

Me gustó el comentario de Máster en las Nubes!
A un conocido mío le regalaría un "prao" con muchas HIERBAS y vacas, así deja de ocuparse de la vida de los demás!!
Ahh.. también es un odiador nato, creo que odia la propia miseria en la que está inmerso y de la que no podrá salir jamás.
Saludito y buen finde :):)

Ranzzionger dijo...

Tienes razón, Jesús, pero somos humanos y como tales, de vez en cuando nos llevamos por nuestras bajas pasiones, es lo que tiene vivir permanentemente sujeto a ese ascensor que nos lleva desde la cabeza, al corazón, pasando por las entrañas, antes de llegar un poco más abajo. Todos tenemos nuestros prejuicios, aunque lo sano sería tomárnoslos como una debilidad y, por supuesto no pontificar sobre ellos. Un abrazo muy cordial.

eres_mi_cruz dijo...

GILDA: Tú también me odias ¿verdad Johnny?...
JOHNNY: No tienes ni la menor idea de cuánto...

a mí me gustaría que me odiaran como Gilda a Johnny Farrel...

GILDA: Hate is a very exciting emotion... haven't you noticed?... very exciting...
I hate you too, Johnny... I hate you so much... I think I'm going to die from it... darling!...


(el odio es una emoción muy excitante... ¿no te has dado cuenta?... muy excitante...
yo también te odio, Johnny... te odio tanto... que creo que voy a morir...)


y ahora es cuando viene el beso violento...

Jesús Cotta Lobato dijo...

Gómez de Lesaca, qué cita tan ilustrativa de lo que el diablo quiere: la nada.

Olga, odiemos, pues, lo innoble, lo culpablemente feo y dejemos vivir a los demás en honor a san Valero.

Mirambella, dediquémonos al amor y dejemos el odio para los que quieran úlcera. Buen fin de semana.

Ranzzionger, lo malo es eso, como dices, pontificar sobre lo que los demás, sin dañar a nadie, opinan. Menos mal que siempre nos queda el humor y el no tomarnos demasiado en serio para que no nos dé por odiar demasiado.

Eresmicruz, se me olvidaba ese odio estupendo de Gilda. Si me llego a acordar antes, no habría arremetido contra todos los odiadores: habría salvado el odio de Gilda, para que nos dé un beso.

Anónimo dijo...

¡Ay! mi querido hermano, como consigo sacarte de tus casillas, jajaja, pero me diste ciertas licencias y ya sabes, si das la mano a una fiera, seguro perderás el brazo.
Yo se que aunque me "anonime" me conoces.
Cierto que soy un chulo jajaja, pero no hagas aseveraciones que no puedas demostrar. Yo solo dije, "escribid menos y haced más dianas", claro que la frecuencia tambien es un buen arma. Escribir es sencillo, escribir bien dificil y que se enteren de lo que se escribe es aún más dificil.
Pues con la jodienda es igual, echar uno es sencillo y rapido, echar uno bien echado requiere su tiempo y echar uno bien, bien echado, requiere volver a enamorar, requiere más tiempo, más decicación y así es como se acierta en la diana.
Y no digas palabrotas que mi hija te lee y va camino de tres hijos, eso si, no escribe libros.
Jajaja, un abrazo.
Por cierto, cuando quieras te reto, pero lo malo es ¿como lo hacemos sin que se enteren?

Jesús Cotta Lobato dijo...

Hermano, no creo que tu hija se escandalice por la palabrota que he dicho. Por otra parte, la entrada de hoy no iba desde luego referida a ti. Tú no eres un odiador; sólo eres un poco chulo. Eso sí, los blogueros acertamos mucho en la diana, al menos este que te escribe. Te sorprenderías si te dijera cuánto. Un beso.

Manolo dijo...

El rencor hace más daño al rencoroso que al "rencoreado".

elpiyayo dijo...

Pichita, anteriormente era un chulo, ahora un poco chulo, por favor no quites prestigio a mi historia, dejemoslo en que soy un "enteraillo".
Cuando me refiero a la diana, me refiero a su premio, yo tengo seis dianas (o como tanto te gusta la mitología, Dianas)que se sepa y tu solo dos, benditas sean.
Con referencia al odio, opino que es todo lo contrario al amor y nunca caminan juntos, el que ama, jamás odiará al ser amado, pero el odio no es como la envidia, el que envidia sufre y el que odia espera, yo no envidio a nadie, pero......no lo puedo remediar, a quien odie, ese será servido en bandeja de plata, tarde o temprano.Pero jamás hria daño a quien daño no hace a seres amados por mi, yo en mi persona lo aguanto todo, pero "cuidaito quien ose tocal a mi gente, la calvo ante usté mesmo"

Alejandro Muñoz dijo...

En el caso de la impotencia no lo dudes, Jesús, es su causa.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Manolo, desde luego. Nada más hay que ver la cara que se le pone al rencoroso. Un abrazo.

Piyayo, entonces sí, tú has acertado más en la diana. En cuanto a lo que serías capaz de hacer a los que atentan contra los tuyos, tienes razón, siempre que los tuyos sean víctimas y no los justifiques incluso en los casos en que no tienen justificación.

Alejandro, yo siempre he pensado que la ausencia de rencores y resentimientos es lo más sano para la vida sexual. Un abrazo.

Mery dijo...

Esto me recuerda que el otro día alguien me dijo: tengo una manía a los osos panda .
¡Madre mía! Nunca había oído un absurdo mayor. Ya ves, hay gente que tiene como una mala lessshe interior que no sabe sino proyectarla contra todo, sea humano o no.
En fin, mala suerte la suya de ser así.
Un beso

Jesús Cotta Lobato dijo...

Lo del oso panda supera todas mis previsiones. Me confirmo, pues, en mi teoría. Un beso.

Anónimo dijo...

jajaja, que bueno.
Yo...yo odio a los que odian así! :P

Jesús Cotta Lobato dijo...

Benedetina, ese odio tuyo a los odiadores está justificado. Yo te absuelvo. Un saludo.