Cuando éramos niños, mi hermano Alfonso y yo nos entreteníamos en inventarnos idiomas, que consistían tan sólo en dar a cada letra un sonido diferente para que el español sonara a otra cosa. Recuerdo un idioma de mi hermano donde casi todas las palabras acababan en "eus" y a mí aquello me parecía muy eufónico. Un día ya no se nos agotó la inventiva y recurrimos a nuestro hermano David, que tendría unos cinco años. Mientras lo pelaba mi madre, le preguntábamos:
-¿Cómo se dice en tu idioma la "C"?
Y él, que no tenía muy claro que debía sustituir un fonema con otro, respondía algo así como: "Turriconcún".
Y Alfonso y yo hartándonos de reír.
-¿Y cómo se dice la "a"?
Y él: Lisoporrupla.
Total, que al final, para decir algo tan sencillo como casa, se tardaba una eternidad:
Turriconcunlisoporruplachindasvintolisoporrupla.
1 comentario:
Querido Jesús:
Es una delicia leerte, como siempre, y más con entradas tan oulipianas, creativas y simpáticas como esta. Bienvenido a la red de blogs.
Por cierto, te acabo de enlazar en el blog de la editorial Hipálage:
http://editorialhipalage.blogspot.com
Un abrazo fuerte.
José Miguel Desuárez.
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