Con el frescor con que me acoge un árbol,
se esparcen tus cabellos en mi pecho,
mujer de mil calandrias y amapolas.
Te has paseado rubia entre los lirios
y el bosque se inclinaba para olerte
y ponerte una flor en la melena
mientras tú te mirabas en el río.
Me has cargado de frutas y de estrellas
y tus besos me trinan en los brazos
todavía.
Ahora te has dormido, pero yo
¿cómo voy a dormir con tantos pájaros?
6 comentarios:
¿Cambio de look? Le sugiero volver al fondo claro. El oscuro agota la vista, es menos legible.
Pues tiene usted razón y ya he puesto fondo claro. A ver si recupero la plantilla antigua. Ex corde
Hermosos endecasílabos.
Gracias, Jesús.
Es un honor
Muy buen poema, Jesús. Magnífico final con los pájaros que permanecen cuando ella se ha ido. Gracias.
No hay nada más reconfortante que un poeta le dé las gracias a otro por algo que a éste le ha encantado hacer. Dormiré un poco más feliz esta noche.
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