martes, 7 de octubre de 2008

Las palabras más bellas


En Virutas de taller de Miguel d’Ors (edit. Los papeles del sitio), encuentro una de las mejores reflexiones acerca de la belleza de las palabras. Y no me resisto a hablar aquí un poquillo de palabras hermosas en español y en otras lenguas.
No sé quién me dijo que un danés aprendió español sólo porque estaba encantado con la palabra melocotón. Mi hermano Daniel está encantado con alféizar. A mí esa palabra me parece una inversión de belleza demasiado grande para algo tan simple como ese rellanito que tienen algunas ventanas. Alféizar rescata al rellanito de su insignificancia.
¿Y qué me decís del italiano bambino o ragazza? A ABBA le encantaba Chiquitita. Y si el sirtaki hubiese tenido un nombre impronunciable y eslavo, no sería tan famoso.
Los nombres que se inventa Tolkien son todos un prodigio de elegancia y sonoridad. Lástima que se haya puesto de moda ponérselos a los perros.
Cinderella me motiva más que Cenicienta, pero donde esté el zaguán, que se quite el hall.
¿No es más agradable montar en un corcel que en un caballo?
Hay palabras y expresiones que me fascinan, pero que no hay manera de meter en algunos textos. Lástima. ¿A alguien se le ocurre cómo meter sin calzador en una novela de ciencia ficción cuán presto se va el placer?
En fin.

13 comentarios:

Juanma dijo...

"¡Ay! Cuán presto se va el placer cuando abandonamos la Tierra y tomamos el primer desvío hacia la derecha, rumbo a Marte"...no, no queda nada bien.
¿Y la palabra "ultramarinos", no es hermosa?
Un abrazo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

La verdad es que ultramarinos es estupenda. ¿Qué serían los ultraterrestres? Podría haber un robot que, en vez de llamarse, R2D2, se llamase Cuamprestosevalplacer. Un abrazo

José María JURADO dijo...

Con un corcel sólo se puede correr en una carrera de caballos modernista.

La gata Roma dijo...

Cuan presto se va el placer… yo creo que pega cuando el protagonista se levanta por la mañana y se incorpora en la cama… ¿en la ciencia ficción hay despertares?
Y por lo demás, soy maniática de las palabras, y del lenguaje. Vidriera me parece que ya en si es una palabra formada por cristales de colores, anaquel la intento meter en conversaciones, lealtad es algo que te llenas al decirlo, prego es la palabra italiana mas polisémica que conozco, incluso algunos tacos serían para enmarcarlos…Y así podría seguir un rato largo. Ya alguna vez hice en mi blog
un pequeño experimento con palabras, y resultó bastante curioso, a pesar de ser yo muy profana en la materia.
Kisses

Jesús Cotta Lobato dijo...

Querido Juanma: resulta que yo pensaba que corcel era del pasado y he aquí que me haces caer en la cuenta de lo modernista que es la palabra.
Querida gata Roma: he leído tu experimento de las veinticinco palabras. No me atrevo a decir las mías, porque serían todas verbos más bien soeces y en primera persona del plural del presente de subjuntivo. Un abrazo a todos

Yo misma dijo...

A mí me gustan las palabras que provocan sonrisas ( sobre todo porque las utilizamos en mi casa como mote) tales como "melónes" para referirnos a los hijos de mi hermano o una inventada, supermofle, que hace referencia a las orondas mejillas del niño más pequeño de mi casa y que, a la vez, nos hace sonreir porque es como un superhéroe de las risas. Y es que las palabras no tienen límites para transportarnos al peristilo ( me encanta esa palabra) de nuestro corazón...
un saludo

José María JURADO dijo...

Las palabras más bellas del español son, según se sabe, los nombres de las Repúblicas Hispanoamericanas, las de las Regiones Españolas, las de sus capitales respectivas y la palabra "hule".

Jesús Cotta Lobato dijo...

Habría que escribir un libro acerca de esas simpatiquísimas y expresivas palabras que cada familia se inventa, como supermofle. Y es cierto que hay topónimos maravillosos, como Venezuela o Panamá o Cártama, mi pueblo. Pero no le acabo de encontrar la belleza a hule. Un abrazo

Lopera in the nest dijo...

¿Sabes que plazuela es a plaza como Venezuela es a Venecia?

Jesús Cotta Lobato dijo...

Sí lo sabía. Por eso lo puse. Me parece encantador hacer un diminutivo de Venecia. El de Francia sería Franzuela.

José María JURADO dijo...

lo de hule era una ironía, buscaba una palabra anodina y fea y es la que se me vino antes a la cabeza, yo, hoy, creo que las palabra más bellas del español son "soledad", "sur", "melancolía".

José María JURADO dijo...

lo de hule era una ironía, buscaba una palabra anodina y fea y es la que se me vino antes a la cabeza, yo, hoy, creo que las palabra más bellas del español son "soledad", "sur", "melancolía".

Jesús Cotta Lobato dijo...

Lo son, sí señor.