En el texto de un examen de latín, puse la palabra "triclinium". Yo ya había explicado varias veces, con mi teatralidad habitual, qué era un triclinium, pero como la mitad de la clase no se acordaba, escribí en la pizarra:
triclinium: triclinio, sofá
Reconozco que lo de sofá no es muy afortunado, pero ese anacronismo me servía para que me entendiesen.
En fin, resulta que casi nadie tradujo triclinio por triclinio, sino por sofá. Como además triclinio estaba en plural, me reí con los plurales que formaban mis alumnos. Hubo de todo: sofanes, sofares, sofaces, sofales, sofades e, incluso, sofames.
2 comentarios:
El mejor diminutivo, sin duda, es sofalito. Pero, para sofá, el tradicional de escai (ya sé que no se escribe así, pero vaya usted a saber...)
Anécdota para un futuro libro. Una señora a la que el sacerdote le peguntaba sobre el motivo de que no llevara algunas veces a los niños a la catequesis le lanzó frase memorable: "mireusté, yo, en llegando las tres de la tarde jinco el coño en el escai y del sofá no hay quien me mueva..." Verídico.
Lo de sofalito me ha encantado, porque lo he oído por ahí y no lo recordaba. Habría que escribir un libro titulado España en el sofalito o Andalucía en el sofalito, donde recogeríamos anécdotas edificantes como la que me has contado. Un abrazo
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